sábado, 14 de febrero de 2015

Bakaki, instrumento para la transmisión de los conocimientos mitológicos y cosmológicos ancestrales.


Bakaki, instrumento para la transmisión de los conocimientos mitológicos y cosmológicos ancestrales.
Tradición oral indígena
Lenguaje Uitoto
El bakaki es una extraña simbiosis de mitos, leyendas, cuentos, rezos, conjuros, cantos, bailes e imaginarios que como una impronta distingue a la etnia Uitota y al mismo tiempo es el instrumento para la transmisión de sus conocimientos mitológicos y cosmológicos ancestrales.
Tiene una condición igualmente excepcional y es la de que tanto el narrador como los oyentes del bakaki deben estar facultados, preparados y autorizados para la realización de la ceremonia, regularmente presidida por los ancianos o sabios de la comunidad.
Además de las condiciones excepcionales mencionadas, tanto el abuelo narrador como sus oyentes, deben consumir durante la ceremonia el mambe –o jiibie- un polvo verdoso obtenido de hojas de coca machacadas, revueltas con ceniza de yarumo. Alternativamente, consumen ambil, extraído del tabaco que cultivan con esmero.

La historia del venado colorado, el origen de la mata de coca, el cuento de la ortiga, el pájaro guaco, diablos, el pájaro de la suerte, el pulpo y el pescador, el cazador de ranas, el mito de la creación, el paujil negro, el secreto del chontaduro, el amor de Buinaima y el fin del mundo, entre otros, hacen parte del paquete de bakakis recogidos por el psicólogo Carlos Enrique Zapata Bohórquez, a lo largo de 6 meses de convivencia con uitotos asentados en las riberas del río Caquetá, aguas abajo del municipio de Solano, departamento del Caquetá.
Complementariamente, durante la narración se abordan temas diversos, entre ellos la sanación de una persona con ataques o el pedido para quitar dolores, para lo cual se debe hacer la invocación de un dios o espíritu, el cual debe comprobar si la persona es sincera en
sus palabras, si es capaz de manejar su lengua y si tiene verdadero conocimiento de los hechos sometidos a la temática de los bakakis.
Coincidencias entre los testimonios extraídos y petroglifos de la región
Algunos testimonios aislados extraídos de las mismas comunidades señalan algunas semejanzas y coincidencias entre algunos petroglifos hallados en la región y más de un relato mítico. La mitología de los uitotos es, inobjetablemente, un concierto oral, un culto de la palabra, cuya riqueza y complejidad se viven en el día a día, lo cual le otorga a sus miembros una particularidad para relacionarse con el medio ambiente y con los demás y en la que la madre naturaleza es el origen y el fin de todos sus propósitos. Es decir, el mito y la actuación tienen una correspondencia impresionante.
El mito o rafue es un sistema de vida, un referente que le da razón a cada una de las actividades de la etnia y del individuo, es como la fuerza, el “chip” que sistematiza sus existencias.
Lenguaje uitoto y su rica tradición oral, en peligro
También en este aspecto, la desculturización ha tenido nefastas consecuencias puesto que se pierden la calidad y la “liturgia” tanto por parte de los narradores como de sus receptores. Por la dispersión- y naturalmente por la tendencia de homogenización de la cultura y del pensamiento-los grandes conductores y continuadores de la mitología han desaparecido de manera progresiva.
El lenguaje Uitoto –y en consecuencia su rica tradición oral- está severamente amenazado, a punto de perderse, a causa de las numerosas mezclas de culturas minoritarias que se presentan en el entorno. Las expresiones minoritarias son absorbidas por las que predominan en los núcleos considerados como ejes de la etnia, que originalmente se asentó en la parte media del río Caquetá y sus afluentes, así como en la zona selvática que va hasta el río Putumayo.
En la actualidad se encuentran dispersos en varias regiones del Amazonas, habitando la región conocida como el Medio amazonas colombiano, el medio Caquetá, así como un importante sector en la frontera colombo-peruana. Del mismo modo, y como consecuencia de la trasculturización y la violencia, principalmente, muchos miembros de
la etnia emigraron a distintas zonas del país, incluidas las grandes ciudades.
Una de las mezclas o cruces más comunes es el de un Uitoto nipogde y una mujer yucuna, en la inspección los asentamientos de Coemaní –municipio de Solano, en una zona próxima a la inspección del Araracuara- en donde predomina el lenguaje castellano. Lo más probable es que los hijos de esta pareja no hablarán nipogde ni yucuna sino castellano que es la lengua de sus amigos, vecinos y de las mismas autoridades indígenas y “occidentales”.
La historia ofrece muy poca información sobre los antecedentes de los Uitotos, cuyas primeras menciones apenas se conocieron en 1695. Pero desde el comienzo de la explotación del caucho, hacia 1886, ya se observan numerosas referencias a esta etnia, pues se afirma que las 22 colonias caucheras estaban integradas en su totalidad por indios uitotos.
Con el ingreso de la tristemente célebre “Casa Arana”, la población fue diezmada notoriamente, sus sobrevivientes reubicados en zonas distintas a sus lugares de origen y su organización social fatalmente fracturada.
En los últimos años –después de la fatal y nunca suficientemente dimensionada invasión de los industriales del caucho- este grupo se ha visto envuelto en distintos conflictos como los derivados del proceso colonizador y las “bonanzas económicas” entre las que se encuentran el tráfico de pieles de animales silvestres, el narcotráfico la explotación de oro y la explotación maderera, entre otros.
El trabajo de Zapata Bohórquez se enmarca dentro de la lucha que adelantan las comunidades uitotas, acompañadas por estudiosos, investigadores e intelectuales, para que se les permita el derecho a ser como quieren ser, para que se les deje pensar con autonomía y, principalmente, para que se les respeten sus espacios geográficos y sociales, para que se le considere un interlocutor importante dentro de los diálogos universales.

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