sábado, 31 de octubre de 2020

Noche de brujitas "on line", más creativa

Por cuenta del Covid, este año la fiesta importada del "Halloween" se vivvirá desde los celulares, las tablet, los computadores y los televisores. Los dulces y los disfraces serán imaginarios, pero los atracos y los personajes serán reales, como el mesero asesinado en el interior de un articulado, y el payaso que todas las tardes saluda preguntando desde qué región del país le mientan la madre.

La noche las brujitas se universalizó con distintas denominaciones  pero de todas maneras con el predominio de la versión gringa "Halloween", como consecuencia de la expansión ideológica "made in USA" que tiene como objetivo la homogenización del pensamiento y la cultura, para poner a pensar a la gente de la misma manera, para evitar la controversia que desbarata las mentiras. Ese predominio también se deriva de la sumisión a los mandatos gringos y de la falta de creatividad que impide la creación de fiestas originales, auténticas, que no reproduzcan modelos extranjeros.

Los niños ven la realidad de una manera muy particular y a partir de un hecho, de una frase, de una fotografía o de una simple conversación, comienzan un proceso mental que desemboca en la elaboración de su cosmovisión, fantasiosa, sofisticada o verdadera, se apropian de ella y la defienden con la fuerza de su corazoncito, con lágrimas, con sonrisas, con caprichos o con rabietas y hasta con silencios inexplicables.

Muchos pondrán como fondo de pantalla la paloma desplumada y flaca de la Paz, maltrecha por el incumplimiento de los acuerdos pactados; otros preferirán la caricatura de Matador sobre el fiscal de bolsillo; algunos más atrevidos dejarán a "Iván Márquez", quien dejó las armas, pero guardadas y, en fin, los niños mostrarán su espontaneidad, sin las prevenciones y temores de los adultos, de sus padres y de los profesores.

Observando y sufriendo la violencia, los niños no pueden comprenderla y mucho menos justificarla porque los mayores somos incapaces de explicarles de manera pedagógica el origen de los conflictos, su desarrollo y su transformación. O porque les damos explicaciones amañadas, acomodadas a nuestros puntos de vista o simplemente dejamos que saquen conclusiones a partir de las "verdades" maquilladas que les brindan los grandes Medios de comunicación.
El desarrollo tecnológico ha permitido que muchos niños  desarrollen competencias para entender las decisiones inapelables de sus papás y para comprender fenómenos sociales como las injusticias, la corrupción, la politiquería, la dominación y es evidente que en muchas instituciones educativas se observan manifestaciones de la capacidad infantil para hacer caracterizaciones acertadas del Estado y la sociedad colombiana. Pero de todas maneras, son menores que inevitablemente dependen de la voluntad de sus padres y personas mayores.
La "Noche de Brujitas" es, pues, una actividad más que los niños desarrollan en medio del huracán de la vida social, política, científica y deportiva, no como protagonistas sino como elementos pasivos, como una especie de David, con su honda entre las manos, a la defensiva, ante los gigantes que los asedian, los amenazan, los agreden, los explotan, los manipulan y los dominan.
Ayudados por la tecnología y por algunos padres críticos y creativos, hoy veremos disfraces alusivos a la crisis de la Justicia, a la dispersión de la izquierda, al poder de los políticos que ganan con los votos de los pobres pero actúan con el deseo de los ricos; también estará la "Parca" disfrazada de verdugo que quiere acabar con los corruptos, con los violadores de niños y con los maltratadores de mujeres.
Puñales de luz que se quieren meter al corazón de los Medios de comunicación, inundados de basura mentirosa; enfermos cadavéricos que padecen el calvario de las EPS, más grave que su propia enfermedad; la tierra moribunda por los abusos; réplicas gigantes del Coronavirus; flores pálidas de la mentira, la infamia y el engaño; alcaldes, gobernadores, Congresistas y altos funcionarios, estarán representados por un toro mecánico que "tumba" al que se le arrime, como disfraz de la corrupción; una bandera de Colombia, izada, como símbolo de las luchas del pueblo y muchas otras estampas de la cotidianidad colombiana veremos esta noche.
Los hijos del pueblo, aquellos que se quedan solos en sus casas mientras sus padres trabajan; los que toman aguadepanela y comen arroz diaria y persistentemente; los que sufren periódicos accidentes o son víctimas de los malvados, los que van a la escuela del barrio o de la vereda, los que sufren la guerra que tampoco entienden, de la misma manera viven la dinámica social sin comprenderla. Ellos también tendrán este 31 de octubre un mensaje para la sociedad que no los protege de manera adecuada, que algunas veces los desprecia y en muchas ocasiones los utiliza como coraza para defenderse o para la comisión de algún delito. Pero sus mensajes serán de circulación muy limitada porque en la mayoría de sus casas escasamente hay un viejo televisor en blanco y negro, con señal "lluviosa" y un celular "flecha" sin minutos.
Desde muy temprano, mientras garrapateaba esta nota, percibí en las redes sociales la agitación previa a la "Noche de Brujitas" expresada en fotos, videos, audios y hasta encuestas que consultaron las preferencias de los mejores amigos y contactos virtuales. Muchos de mis pronósticos se vieron plasmados en las decoraciones que son, efectivamente, un retrato de la vida nacional, con sus diferencias, desde luego.
Las decoraciones están asociadas, principalmente, al apocalipsis del coronavirus, la traición de los políticos, los hinchas del fútbol, la violencia y también son muy comunes las expresiones de genialidad y buen humor sobre el gobierno y sobre acontecimientos internacionales. Algunos disfraces y mascarillas me produjeron inquietud y en algunos casos reaparecieron el temblor y la ansiedad que sentí en medio de los ataques del Covid.
Entre brujas, zombies, vampiros, lobos, dráculas y mostruos de pantano, también vi resúmenes de la quiebra estrepitosa de la civilización por causa de la inversión de los valores, el avance de la conquista y de la barbarie de los poderosos,  Pero me impactó de manera especial un fondo de pantalla que muestra a Colombia en brazos de la muerte.
Quizás por el desaliento y la convalecencia del Coronavirus, sentí la esterilidad de las expresiones de dolor por el colectivo, de las posiciones críticas y de las luchas, y recordé que los profetas ven y anuncian  los males y los castigos, pero no los evitan. Por estos días he pensado en la inutilidad de muchas acciones que creemos de beneficio para los intereses generales al confirmar la vigencia del conformismo y de la indiferencia.
Como los muchachos, que no pasan del jolgorio con sus muñecos terroríficos y disfraces este 31 de octubre, los movimientos sociales en Colombia no pasan del grito y el insulto, mientras lo poderosos no hacen sino cambiar de mayordomo.





viernes, 16 de octubre de 2020

!Hola, covid 19¡¡

Tras mi caminata habitual y mientras me bañaba, sentí una ráfaga de aire frío que me puso la piel de gallina y avanzó enseguida a los temblores propios de la reacción corporal para equilibrar la temperatura.
-Tengo escalofrío, le dije a Inés, quien detuvo la preparación de su torta de ajonjolí y mirándome enrollado en la toalla verificó mi condición y empezó a buscar explicaciones a esa tembladera repentina.
- Puede ser la fatiga por la caminada, dijo, y reanudó su tarea. En mi cuarto sentí alivio, me vestí, tomé un vaso de agua y me puse a ver, por 4 vez, "El Padrino", que rodaba en el canal Paramount.
Cuando don Corleone soltó su famosa frase  Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca, sentí una nueva ráfaga de frío,  tal vez por la realidad de su sentencia, pensé, pero realmente se trataba del anuncio repetido de algo anormal en mi organismo.
Me envolví en la sábana, desperté dos horas después encendido en fiebre y entonces me acordé de mamá Alicia quien siempre dijo que si el escalofrío es primero que la fiebre, indica la presencia de una infección.
Hice un repaso de mis comidas previas, de mi estado general de salud, de mis fortalezas físicas, de mis enfermedades más recientes, de mi vulnerabilidad, y no encontré justificaciones  al malestar repentino. 
-¡Pero tengo 70, me acordé!. Y también me acordé del coronavirus!!!
Mi orgullo se puso por encima de la realidad y me autoproclamé inmune, como lo hice en la finca Kajamarca, de Salento, Quindío, en donde pasé 4 meses de cuarentena bautizado por mi sobrino, el "loco" Javier, como "Inmunochuz".
Entre fiebre, escalofrío y dolores musculares, hice un repaso de las teorías conspiranoicas que surgen cada vez que aparecen fenómenos nuevos, oscuros y enigmáticos: virus diseñado para ejercer un control social, político y hasta religioso sobre la población; crisis de la civilización para modificar las relaciones sociales, las formas de organización, los modos de producción. La maldición del capitalismo, las perspectivas del transhumanismo y en general de la inteligencia artificial; el Medio Ambiente, la vulnerabilidad de los organismos a pesar del desarrollo cientifico; el miedo colectivo, el fortalecimiento del individualismo como medida preventiva; la corrupción y la politiquería que aprovechan las crisis para su crecimiento; la pandemia sembrada para frenar el auge de movimientos sociales, en fin, la homogenización del pensamiento a través del miedo y en general las especulaciones propias de un fenómeno nuevo, no explicado.
A las 7 de la mañana, el dolor de cabeza, malestar general, leves temblores corporales, agitación general y las molestias en la garganta, eran manifestaciones claras de un trastorno grave que estaba en marcha y creciendo.
-¡Hola, Covid, no eres bienvenido a casa, pero está de moda que personajes siniestros se metan a la alcoba, sin autorización, como el subpresidente porcino, que entra de espaldas, y los Congresistas que cobran $14 millones de viáticos por sus viajes en internet!!.
La profe Inés también durmió poco, perturbada por mis quejidos y madrazos febriles. Sin consultarme, y consciente de que no existe ninguna vacuna ni medicamento específico para prevenir o tratar el covid-19. preparó un poco de "interferón casero", porque, explicó, "es un tratamiento terapéutico para enfermedades respiratorias".
Es un cocimiento medicinal a base de cebolla cabezona roja, ajos, jengibre, moringa, cúrcuma, limón y miel de abejas que, por supuesto, resulta una sustancia muy desagradable para beber.
-El mejor instrumento de distanciamiento social, le dije, después de dos cucharadas. Nadie se me arrimará con esta fragancia...y tomé el cepillo de dientes.
-Los indígenas utilizan esta pócima para desencadenar las defensas protectoras del sistema inmunitario que participan en la erradicación de patógenos, me respondió. Y aquí en Solano hemos aprendido a combinar las plantas y los medicamentos convencionales. Ya mismo te traigo acetaminofen, aspirina, azitromicina y una bebida caliente con un antigripal.
Doce horas después, completé el cuadro de síntomas: además de la fiebre y los escalofríos, tos seca, cansancio, molestias y dolores musculares, dolor de garganta, diarrea, dolor de cabeza y, tal vez los más crueles, la pérdida de los sentidos del olfato y el gusto. Bueno, al menos descansé del olor nauseabundo de la politiquería y la corrupción. Pero me privé de la fragancia, el aroma y el sabor del café. 
Ya son 14 días de tortura, pero también de goce con el caricaturista Matador, con los Danieles, con el show continuado de la Fiscalía alrededor del Mesías, con el fanatismo deportivo, que son un tónico para atenuar la dramática coyuntura socio-política y económica que vive el país, agravada por los embates de los enemigos de la Paz y la persistencia de los asesinatos de líderes sociales.
También tuve tiempo para otras reflexiones: vivimos en una época de mediocridad y decadencia tales, que a muchos ingenieros se les cae un andén; algunos médicos son incapaces de una hacer una sutura de 3 puntos; muchos periodistas no escriben ni un madrazo; parlamentarios que solo hablan para contestar a lista; artistas que no "cantan" sino en los juzgados; abogados que no sacan ni un burro del coso; contadores que se equivocan contando dos patos amarrados; curas que no salvan ni a un Papa. En fin, prostitutas que no se lo dan a todo el mundo y perros capados más de una vez, como los colombianos sometidos por el electorerismo.
También pude verificar, dolorosamente, que los grandes Medios utilizan de manera constante la infalible estrategia de distracción y manipulación mediática, conocida como "Caja china", que consiste en construir una noticia, detonarla, darle el mayor tiempo al aire a través de una historia que en algunos casos es inventada y en otros tantos sobredimensionada, para dar un golpe de opinión y así cubrir otra que afecta intereses mayores. Cortinas de humo. A la Minga, le oponen, por ejemplo, la "filtración de disidencias" en las marchas, para justificar su represión que, como se sabe, ya no es solo con el brutal ESMAD sino con verdaderos asesinos, como ocurrió el pasado 9 de septiembre.
Del mismo modo, palpé los rostros negros del conformismo y la resignación, con sus muecas de infamia, asomados por entre los picos de las montañas, por entre la flora amazónica, como una telaraña que muchas veces ataja la organización y la lucha de la gente.
Mi hijo Oscar Fernando dijo que el quinto día, durante mi mayor momento de fiebre, me oyó vociferar contra la narco-oligarquía, simulando un micrófono con la mano derecha y agitando la zurda de manera vehemente.
-Con mucha simpatía artificial que denotaba desprecio por sus interlocutores, pedías que no te dispararan porque eras "un esqueleto sin alma", contó durante el desayuno.
Esta mañana supe que ya crucé la línea del peligro al percibir los componentes aromáticos del café tostado y aunque la percepción del sabor no fue completa, recordé la frase de un amigo: "el café es como los libros, no todos pueden disfrutarlo".
Me senté frente al computador y cuando vi la página en blanco en mi blog, sentí un colapso térmico fuerte, como cuando algo se rompe y por momentos creí que me quebraría de nuevo. Pero como mi estilo es arbitrario, anticlásico, antiesquemático, sin cánones, irreverente y desabrochado, pensé que se trataba de una alarma inútil porque un rebrote será una propagación imposible.
Porque a pesar del presentimiento de la catástrofe final, este teclado quedará inútil solo cuando mis manos se pongan heladas para siempre!!.




viernes, 14 de agosto de 2020

Los sueños que me dibujó la anestesia




El terror inconmensurable que siempre me produjo la anestesia general y sus consecuentes estados de inconsciencia, insensibilidad y abolición de reflejos, me sacó dos veces del quirófano, después de haber pasado por la evaluación preoperatoria, y a pocos minutos de la iniciación de los procedimientos. En Florencia, salí corriendo de la sala de cirugía del hospital María Inmaculada, a donde llegué entre tembloroso y angustiado después de 2 días de ayuno, con las amígdalas como dos pepas de guama. Y en Neiva, 10 años después, me "fugué" de  la clínica del antiguo ISS, a las 5 de la mañana, una hora antes de la prevista "cuchillada" con la que se pretendía corregir mi aguda e histórica úlcera duodenal.
Tras un mes de intensos dolores abdominales y del ya habitual "paseo de la muerte" por clínicas y hospitales de Villavicencio, Bogotá y Neiva, con el que las EPS te ponen "entre Herodes y Pilatos", como dice mi mamá Alicia y te dan citas para después de la muerte, una joven médica costeña, que resultó ser más terrorista que Baldor, el del álgebra, me dijo lacónicamente:
-Tienes varios cálculos en tu vesícula biliar, uno de ellos de 14 mm, la inflamación es muy grande y si esperas mucho tiempo para someterte a la colecistectomìa te puedes quedar en el procedimiento".
El dolor intenso que me llevó a la sala de urgencias de la clínica de Emcosalud a las 7 de la mañana, fue remplazado por un sentimiento combinado de angustia, indefensión, desamparo y pánico, solo comparable al que viví al llegar a las ruinas de Armero un día después  de su destrucción. La sombría admonición de la médica me trasladó a un quirófano imaginario y entonces, sometido a un procedimiento, ya fui mucho más allá del terror que siempre he sentido y pensé en eventuales trastornos emocionales, sicológicos y siquiátricos que sobrevendrían. Pensé en lo que los cirujanos llaman como un "despertar intraoperatorio", en el que el paciente es consciente de los hechos que ocurren bajo la anestesia, con percepciones auditivas, me sentí tetrapléjico y vi cómo los monitores se enloquecieron...en todos quedaron las líneas verdes horizontales, las rayas de la muerte.
-Señor Cataño, te dejaré hospitalizado porque necesitas la cirugía con carácter urgente, me dijo la costeña, sacudiendo mi mano zurda, que dejé sobre su escritorio mientras "viajé" a la sala de cirugía.
-¿No me escuchas?
Entonces llamó a Oscar, mi hijo, quien esperaba afuera, impaciente.
-Por favor, reclama en la ventanilla la orden respectiva para que ingreses con tu papá por aquella puerta, le señaló.
Incorporándome, y en un intento por aplazar la hospitalización, le rebatí:
-Tengo una ecografía pendiente para el 4 de septiembre, grité, mientras me empujaban hacia la camilla de observación.
-Ahora mismo te la toman y en una hora te informaré sus resultados, me contestó mientras me daba una palmadita suave y compasiva en la cara.
A tiempo que me canalizaba, la simpática auxiliar me preguntó si estaba en ayunas.
-¿Alérgico a algo?
-Si, señorita, a la corrupción y en general a la politiquería, que son la misma cosa.
-¿En dónde tiene su historia?
-Tengo cientos de historias...en mi blog, he colgado al menos 250, de cotidianidad, de viaje y paisajismo...siempre he creído que todos tenemos una historia que contar.
-¿Antecedentes?
-Disciplinarios, familiares, penales y unos pocos pasionales pero sin muertos
-Señor, por favor, responda con seriedad porque ya le van a tomar los exámenes, me pidió la enfermera jefe que llegó en labores de supervisión del servicio.
-Me salvé del servicio militar porque perdí los exámenes de aptitud física y por eso mi papá no tuvo el honor del expresidente Santos, de tener un hijo en el ejército, poniéndole el pecho a la guerrilla.
-Pónganle el suero de la verdad, ordenó, sin mirarme.
Dos horas más tarde, mi historia clínica tenía más folios que la investigación de la Corte Suprema contra Uribe. 
Hemogramas, placas de tórax, ecografía de vías hepáticas y vesícula biliar...hasta el tamaño de mi próstata y el resultado del antígeno prostático reposaban en manos del equipo de anestesiólogos que a partir de esas informaciones comenzó la elaboración de su estrategia de trabajo.
Conocedora de mi temor irracional compulsivo por la anestesia, mi hija Liliana Rocío previno a sus colegas, cirujanos, auxiliares y hasta a los celadores, acerca de una posible fuga del paciente de la habitaciòn 314, "programado para un procedimiento en los próximos días".
La "Chiqui" Rocío también puso a funcionar el positivo reconocimiento del que goza en el medio, ganado a base de simpatía, eficiencia y profesionalismo. Los mejores cirujanos confirmaron su disposición de efectuar la operación, a pesar de que sus agendas estaban más congestionadas que "puente torcido" de Neiva, en horas pico.
El anestesiólogo Jaime Salcedo, el hombre que me puso la mascarilla con los gases que me llevaron al coma farmacológico, recordó a mi hija como "la única que ha puesto a la USCO por encima de todas las universidades del país en las pruebas para estudiantes de último semestre"...también fue lo último que escuché. No tuve tiempo para enfrentarme a mis fobias y en cuestión de segundos quedé bloqueado y a expensas del grupo que hizo su trabajo con lujo de competencias. En ese acto médico controlado, se fundieron todas mis aversiones, cuyos vapores incentivaron algunos sueños. Soñé que soñaba estando despierto y que mis sueños eran voluntarios...soñé lo que quise soñar y entonces escogí varias pesadillas que, en los sueños, me mostraron cosas que son y no son al mismo tiempo. pero, ¡lástima!, al despertar no los pude recordar...
-Imaginé a un deportivo Cali recuperado, pero al verlo el en Neiva, me dieron ganas de llorar Los hinchas del exglorioso vamos al estadio pero ya no en busca de una alegría sino como los dolientes que van al velorio de un ser querido.
-Me vi sentado en una poltrona, con "Rayuela", de Cortázar,  que cumpliría 106 años a finales de este mes de agosto, para reencontrarme con sus personajes, enredados en mis temas preferidos: el amor, la muerte y los celos.
-Me encontré con mis amigos muertos -que ya son más numerosos que los amigos vivos- e hicimos un reconocimiento experimental del poder de la palabra. De la palabra que llevamos a los diálogos fantásticos y de la que dejamos para que fantaseen los vivos.
-Mi mamá Alicia, con la voz cansada por sus 99 años y medio me habló desde Armenia para pedirme que volviera con ella.
Lo único que recuerdo es a un viejo de barba blanca, sentado en mi cama, casi sobre la cabecera.
-Médico, ¿cómo me fue en la cirugía?, le pregunté
-Cuál médico, soy San Pedro y lo espero en la sala de conferencias para que cuadremos cuentas, me dijo
-Cuáles cuentas?... las de la clínica?
-Las de los actos en tu paso por la tierra, me amenazó
Cuando sacó su libreta y volví a ver mi nombre al lado de muchos de mis amigos muertos, me desperté sobresaltado.

Fue, efectivamente, el sueño de un hombre despierto.
Y mis hijos Liliana Rocío, Miguel Àngel, Oscar Fernando, y hasta mi yerno Manuel, gritaban mi nombre, en coro, alrededor de mi lecho, en un intento por regresarme de los efectos de la anestesia.
-¿A qué horas es la cirugía?, pregunté
-Levántate la bata quirúrgica y mírate el abdomen, Catañito, me dijo Miguel
Sentí un complejo de castración, de invasión no autorizada. El cirujano Luis Ramiro Núñez había hecho lo suyo, tal como me lo explicó temprano en la habitación. Ingresó por el ombligo, corrigió una hernia y desde allí, ayudado por minúsculas herramientas y una lente óptica conectada a una minicámara, se apoderó de mi vesícula biliar. Me enojé con el anestesiólogo por haberme mentido cuando me mostró la mascarilla, me puse a llorar y cuando le iba a mentar la madre, me quedé dormido.
 Por lo vivido, creo que perdí no solo la vesícula sino también el sentimiento de miedo intenso por la anestesia, ese procedimiento magnánimo que permite la supresión del dolor y cuyos avances han sido notables en los últimos años.
El miedo es como la materia. No se destruye, apenas se transforma.

viernes, 7 de agosto de 2020

Batalla de Boyacá

 Después del drama inmortal de batallas, lágrimas y sangre que fue la guerra de la Independencia, se acabó el heroísmo del pueblo en defensa de sus derechos. Independencia del yugo español, servilismo ante la oligarquía criolla déspota, corrupta y excluyente

El 7 de agosto es considerado como Día de la Libertad. Una celebración nominal porque, ¿habrá Libertad real cuando los obreros que producen la riqueza, padecen grandes necesidades; las comunidades afrodescendientes, excluidas e insultadas; los niños consumidos por el hambre en los sectores "marginales"; los campesinos harapientos que mueren por falta de atención médica; las mujeres violadas por miembros de los grupos armados, legales e ilegales...y por particulares; hombres asesinados en presencia de sus familias; líderes sociales asesinados sistemáticamente por la defensa de los intereses colectivos; un gobierno corrupto, déspota y ahora teocrático que se niega a darle cumplimiento a los Acuerdos de Paz y se muestra indiferente ante los asesinatos de guerrilleros desmovilizados; y los políticos de espaldas al pueblo partiendo, de manera virtual, la torta  del nuevo periodo presidencial?. Las olas de la corrupción se rompen contra el pecho del pueblo inerme que, apegado a los mandatos, pide misericordia y espera el milagro de los pocos luchadores que se levantan en medio de este torbellino de la nueva Conquista para despertar el alma de la protesta. Este es el momento actual, 201 años después de la gloriosa Batalla de Boyacá. Colombia es un paraíso, pero para los poderosos, para la politiquería y para la corrupción.

En la conmemoración de la gloriosa Batalla de Boyacá cabe mencionar un episodio heroico ocurrido en desarrollo de esa justa, que está asociado al llamado "reclutamiento de menores", un tema manejado demagógicamente por el gobierno y los políticos. Mientras la lucha sea legítima, también los niños pueden colaborar, como colaboró Pedro Pascasio Martínez, de apenas 12 años, quien hizo prisionero a Barreiro y lo entregó a Bolívar la noche del 7 de agosto de 1819, pocas horas después de terminada la batalla de Boyacá. El menor es, además, un ejemplo de honestidad pues no se dejó sobornar por los ofrecimientos que le hicieron los "realistas". 

Simón Bolívar expidió el decreto de la 'Orden de Boyacá' para enaltecer a todos los batallones y escuadrones que participaron en la memorable Batalla de Boyacá. La orden se prostituyó, como tantas cosas de la lucha libertaria, y hoy en Colombia, por asuntos de la politiquería, esa alta distinción es como un cigarrillo, que no se le niega a nadie...a ningún lagarto, naturalmente. Alcanzó hasta para Norberto, un reconocido personaje del mundo de los estilistas.

¿Cómo hablar de Libertad y evocar los nombres de los grandes patriotas y mártires de la independencia cuando su obra ha sido destruida por los nuevos amos que, paradójicamente, reciben el aval electorero del pueblo al que tienen sometido?.

Confiemos en que tantas luchas, tantas vidas, tanta sangre no serán en vano y que un día no lejano podamos poner en el Congreso y en la Casa de Nariño a legítimos, auténticos voceros populares para hacer de Colombia na nación más justa.

jueves, 16 de julio de 2020

Día de los transportadores. Perfiles: choferes de buses y busetas, operadores multifuncionales







Los conductores de buses y busetas de servicio urbano conforman un grupo de operadores excepcionalmente multifuncionales, privilegiado en el conocimiento de las conductas de la población, pues por sus vehículos circulan diariamente las masas de "mano pueblo", con sus problemas, sus anhelos, sus frustraciones, sus "éxitos", sus lágrimas, sus sonrisas, su ingenio y hasta sus enfermedades.

Como escapando de una persecución, se mueven con frenesí, dando la impresión de estar a punto de ser devorados por los depredadores, que en su caso son la planilla, el reloj y  la llamada "guerra del centavo", que azota a la mayoría de trabajadores independientes o "freelancers", aquellos  que no tienen jefe, que son su propia empresa y ofrecen servicios o productos a terceros, o simplemente quienes trabajan bajo la modalidad chupasangre de "Orden de Prestación de Servicios", OPS.

A pesar de la presión de los minutos, de los trancones, del bullicio callejero, de sus problemas familiares y de la gritería de los pasajeros, los choferes de buses y busetas de servicio urbano mantienen su atención automática para desarrollar muchas operaciones de manera simultánea: aceleran, frenan, meten los cambios, miran por los retrovisores internos y externos, reciben el pago, dan las "vueltas" - o devueltas-, hacen sonar las cornetas, le mientan la madre a los "chupas" o "condoritos" de tránsito, le suben el volumen a la radio o cambian de emisora; le dan vueltas a la cabrilla, responden preguntas sobre las rutas y gritan "corránse p´atrás".

Devorados por las injusticias y por la impotencia de sus esfuerzos, la mayoría de los conductores es indiferente a los problemas del país pero mantiene viva una gran fraternidad gremial y, además, tiene una característica predominante, con muy pocas excepciones: su lenguaje desvergonzado pero fluido, espontáneo, alejado de las reglas, que escandaliza a los oyentes convencionales.

Son personas con familias que dependen de su trabajo y muchas veces llegan a pie a sus casas situadas en sectores populares; son felices aunque saben que sus patrones, las autoridades de tránsito y la misma gente no los comprende y al acostarse sus cerebros reviven las principales escenas del día en las que ven retratadas sus tribulaciones laborales y la impotencia de todos sus esfuerzos. 

En las grandes ciudades, el gremio de los conductores de buses y busetas ha sido fuertemente golpeado con la puesta en marcha de los llamados Servicios Integrados de transporte, pues se calcula que, por ejemplo en Bogotá, salieron para chatarrización casi 4.500 buses, busetas y colectivos, o sea igual número de conductores. 
Cuando se producen las movilizaciones del sector transportador, pocas veces se mencionan los problemas de los conductores y regularmente son los empresarios quienes ganan con el escudo que ponen los hombres del volante y en los acuerdos con los nuevos empresarios de los servicios integrados siempre pierden los choferes mayores, a quienes consideran personas "deterioradas".
El sindicato que los agrupa ha insistido en que “tiene que haber un resarcimiento por el resto de tiempo que no podrán laborar. Esa es la pelea que nosotros como sindicato tendremos que dar”, sostiene Francisco Mora Guerra, su presidente.
Denunció asimismo que las nuevas empresas transportadoras están obligando a renunciar a los conductores, como una forma de quebrar su antigüedad y facilitar el tránsito hacia el nuevo sistema integrado. “De esa manera les va a salir muy barato el cambio y van a dejar a mucha gente en la calle”.

Como la mayoría de colombianos, los conductores de buses y busetas son escépticos, que no creen en nada ni nadie porque han sido sucesivamente engañados y es sabido que para los que no creen en nada, es indiferente que los demás crean. Es la cadena que ata al pueblo con la resignación.
Por su condición de hombres del pueblo y pese a las distancias recorridas, a los "cabrillazos" y a las aceleraciones, al acostarse, los conductores de buses y busetas en sus sueños sienten que todas las rutas de su vida convergen a las fuerzas hostiles, no hay un destino claro para evadir los dolores de la discriminación.
Porque para la gente del pueblo, nunca lo que vive corresponde con lo que sueña.

viernes, 12 de junio de 2020

Tapabocas, más terrible y siniestro que la pandemia


Hace apenas dos semanas confesé que en mi espíritu ya no habría espacio para albergar nuevos miedos porque, aseguré del mismo modo, que ya había llegado al futuro, al que tanto le temí desde mi niñez. Pero esta mañana, caminando por una trocha que comunica las veredas El Agrado y Palestina, del municipio de Salento, Quindío, me sentí espantado por las carcajadas de un grupo de encapuchados que transitaban en sentido contrario. Porque un hombre encapuchado puede ser objeto de distintas interpretaciones, desde una simple protesta, un acto terrorista, una violación o un atraco. Como ráfagas, pasaron por mi mente los momentos de terror sufridos durante la represión estatal contra los activistas sociales en el Caquetá durante los años finales de la década del 70 y comienzo de los ochenta y específicamente recordé la macabra "entrevista" forzada a la que me "invitó" un coronel de apellido Barragán, entonces comandante de una unidad operativa menor en Florencia, que resultó ser una emboscada de 4 militares encapuchados en una de las tétricas salas de interrogatorios del batallón Juanambú.
Creyendo que me doblegarían por esa escena de violencia psicológica, me hablaron duro y me ordenaron sentarme en una silla libre, alrededor de la mesa redonda.
-Si no se descubren pierden el tiempo y les advierto que este triste episodio lo denunciaré ante los altos mandos y ante la Procuraduría, les dije en tono vehemente y me declaré a la espera de las torturas...otros capítulos de este mismo periodo de represión están consignados en el apartado Estoy a punto de olvidar,  aquí en este mismo blog.
Sin embargo, esta mañana no asocié a los transeúntes con ningún tipo de violencia y entonces comprendí que el pánico se originaba realmente en la imposibilidad de disfrutar de las risas, de ver la expresión de alegría, de percibir los gestos, de gozar con esa transformación anatomico-fisiológica que sufren los sujetos que ríen como manifestación de un sentimiento placentero. 


Soy un fanático de la risa, pues quienes saben reír y, especialmente quienes sabemos reírnos de nosotros mismos, tenemos un seguro contra la tristeza; muchas personas que charlamos por pasatiempo, que le otorgamos demasiada importancia al hecho de reír con los demás y a quienes nos gusta, del mismo modo, volvernos objetos mismos de la risa, sentimos pena por quienes son incapaces de compartir sus emociones. 
Aunque los colombianos -de manera deliberada o forzosa- históricamente hemos llevado el tapabocas horroroso de la represión, por causa de la pandemia del coronavirus su uso se visibilizó y se extendió hasta la mitad de la cara. Es un antifaz alargado que nos dejó perfectamente enmascarados. Y como Colombia se posicionó como uno de los más importantes escenarios del diseño y la moda, estos "artistas" recurrieron a los tejidos, a las texturas, a los colores y crearon prendas que no solo son tapabocas, sino prendas que cubren la nariz, los ojos, los oídos...la cabeza toda...son nuevos modelos de los tradicionales e igualmente aterradores pasamontañas. Aunque debemos recordar que también históricamente los colombianos hemos tenido tapados los ojos y los oídos. Nos negamos a ver nuestra triste realidad, llena de mentiras, corrupción, politiquería y a oír las propuestas que pretenden modificar las condiciones del Estado oligárquico-narcoparaco, con un subprepidente vitrinero, mandadero y ahora predicador. 
Por causa del confnamiento y el miedo constante que se difunde por los grandes Medios, y por el pensamiento permanente en una amenaza, el organismo se prepara para enfrentar un peligro, pero si esa situación se prolonga demasiado se puede generar un estado de indefensión y vulnerabilidad, afirman los especialistas. Y agregan que se pueden desencadenar estados de pánico. Muchas personas empiezan a sentir su incapacidad para controlar la amenaza, principalmente ante las perspectivas desalentadoras de su futuro inmediato. Esa terrible ansiedad también ha modificado la percepción que tenemos del "otro" y ahora las personas ven como enemigos a los demás, de quienes es preciso alejarse porque son potenciales portadores del virus. Se acentuó el individualismo y entonces se podrá desbaratar el tejido social. 
 En mi caso particular, sufro de ansiedad por los abrazos, los besos, las caricias, las sonrisas, la cercanía, la camaradería y la calidez de mis familiares y amigos, a pesar de que estoy a punto de completar 4 meses sin confinamiento, entre 4 familiares que con su estilo de vida me ayudan a prevenir eficazmente la monotonía, en medio del paisaje cafetero, con el olor del campo y el avistamiento de aves durante las caminatas diarias en compañía de Teo, mi perro amigo.
Una sonrisa, leve o en forma de carcajada; un abrazo, suave o apretujado; una frase, una mirada, una caricia, tienen la magia de recomponer, de aliviar, de conectarnos con el alma de quien la recibe.
-Tu no tienes miedo de las máscaras, Chucho, solo tienes una nostalgia porque no puedes sentir las sonrisas, porque no puedes ver el rostro de la gente, porque no puedes abrazar...porque no puedes mamar gallo, porque ya tienes ganas de regresar a casa, me dijo mi hermana Martha cuando le hablé de mis nuevos temores.


viernes, 29 de mayo de 2020

Setenta años: la llegada al futuro..."cuadrando caja" con los escombros del huracán de la vida

Aquel ya muy lejano día cuando cumplí 21 -en el siglo pasado- fue una fecha especial porque llegaba a la anhelada mayoría de edad, pero pese a la calma del paisaje cafetero y a la tranquilidad familiar, sentí por primera vez preocupación, ansiedad y miedo por el futuro y, aterrorizado, me imaginé el año 2000, cuando cumpliría 50 años. Sentí el mismo miedo que sienten las comunidades del Cauca, abandonadas por el Estado indiferente, un miedo real, no imaginario por lo que sería mi vida. No tenía sueños, solo un terror al futuro y un raro desespero que me amargaba el alma en silencio. Y saber que pasé "derecho" de esa fecha, casi sin darme cuenta, aunque mis amigos Guillermo Clavijo (q.e.p.d.), Alvaro Castaño y María Cristina López me recordaron con un almuerzo y muchas atenciones el arribo al "quinto piso", al medio siglo, que es una denominación| igualmente aterradora.
La imagen puede contener: 3 personas, personas de pie y exterior
 Volví a sentir miedo ese día, pero no por mi futuro sino por el de las nuevas generaciones ante la realidad violenta que vivía el país en esos momentos. Y que, ciertamente, no ha cambiado todavía, 20 años después.
Poco a poco, y quizá como una contraofensiva para impedir que el pánico me superara, desarrollé un extraño fervor por las ausencias,  por el dolor ajeno, por las necesidades de la gente y hasta por el peligro. Los riesgos me atrajeron de manera particular hasta el punto de  convertirse en un interés morboso.
Después de un accidentado proceso de rupturas con los estereotipos de organización social que nos maduran y predisponen para la subordinación, la dominación, la exclusión y la discriminación, sembrados por los sectores dominantes a través de los modelos educativos, reforzados por los Medios de comunicación, me convertí en una especie de héroe rebelde, en un hombre de negación e inconformidad, con la duda constante como precursora de la certeza, como instrumento para la eliminación de verdades absolutas, la vdoz incómoda para oponerse a la unanimidad, para buscar el contraste, como dice la trillada muletilla "para ver siempre la otra cara de la moneda". Si todas las personas piensan de la misma manera, es más sencillo manipularlas, someterlas, dominarlas y oprimirlas, le aprendí a un profesor de filosofía.
De manera simultánea desarrollé un gusto especial por las cosas simples y aprendí que detrás de ellas se esconden muchas historias, emociones, frustraciones, dramas e ilusiones. Aunque simple, cada cuadro de la realidad y principalmente del paisaje, tiene trascendencia. ¿Dónde encontrarán placer aquellos que no le dan importancia a las cosas sencillas, aquellos que no tienen sensibilidad para disfrutar el olor del bosque, el color de los animales, el perfume de las flores, el golpe del viento y la neblina?; quienes viven pegados a los bienes materiales, los que luchan por cosas que no necesitan, aquellas personas solemnes, excesivamente formales, que solo tienen tiempo para sufrir, que van por la vida a toda velocidad?. Los exhibicionistas o "vitrineros" que vuelan con los vientos de la publicidad?
Empecé a sentir, a soñar y a describir lo que veía, de la mano de mi profesor de primaria, Diego Mejía, quien al explicar las funciones de los párpados nos dijo que "son los limpiabrisas de los ojos". Aprendí a ponerle prárpados a mis errores aunque muchas veces no pude limpiar todas las "cagadas". Muchos años después prendí esa misma antorcha de la esperanza y la simplicidad entre mis alumnos, en el departamento del Caquetá, hasta donde me llevó la barca de la vida y en donde me dejó para siempre. 
También dibujé con cierto lirismo las cosas invisibles y las historias de vida de cientos de personas invisibilizadas por los grupos dominantes de la sociedad. Utilicé los Medios de comunicación para promover el activismo social y mostré a los verdaderos personajes de la vida cotidiana, los héroe del tejido social. 
Me siento caqueteño de corazón; allí bebí en las fuentes misteriosas del ensueño y también del dolor. Allí conocí los laureles y también sucumbí periódicamente ante las tempestades de la indisciplina.


 Despertando mi solidaridad, acompañé el proceso de lucha del pueblo olvidado, excluido y oprimido de la "otra Colombia". Participé en el proceso formativo, organizativo y combativo de los movimientos sociales que marcaron un periodo importante de la reciente historia de sur del país y, como muchos en la noche patética de la desesperación y auge represivo del Estado, sufrí la persecución y satanización, ese momento de la vida cuando las desgracias germinan el instinto violento de morir.
Un día boté a mi esposa, a mis hijos, a mi familia toda, a mis mejores amigos, a mis pensamientos y mi dinero, pero no pude botar el miedo para también botar la vida. Me autoflagelé, me fundí con las personas que viven en la desesperación por no tener nada, ni siquiera esperanzas Pero también un día me reencontré con las fuerzas latentes que animaron mi espíritu fatigado y, con los dramas de la desgracia humana pasando por mi mente a borbotones, regresé a mi entorno natural.
Me ilusioné con el proceso de Paz a pesar de la persistencia criminal de sus enemigos y del incumplimiento de los acuerdos pactados en La Habana por parte del actual gobierno. Y, como en la canción, "después de cada ilusión, un desengaño", que es el péndulo eterno en el que vive colgada la mayoría de los colombianos. A pesar de todo soy de los que creemos en la posibilidad de cambiar este país a punta de la lucha organizada, del diálogo, de la tolerancia, de la negociación  y transformación de los conflictos a punta del poder de las palabras. En Colombia, la gente se acostumbró a la guerra, sostenida y fomentada por los políticos, a quienes les conviene pues ya es conocido que durante los conflictos y en las crisis es cuando mejor ocultan sus "torcidos". Es tan poderosa su influencia que las personas comunes, las de "Mano Pueblo", le tienen miedo a la Paz.
Soy un hombre de contradicciones enriquecedoras que me ayudaron a conocer la diversidad del mundo. He saltado de la unidad a la dispersión, de  la alegría a la tristeza, de la abundancia a las limitaciones  materiales. He visto brotar la vida en una humilde canoa en el río Caguán y también he visto el rostro de la muerte en la selva, en los hospitales, en las calles. 


Le pongo el alma a todo lo que hago, a lo bueno y a especialmente a lo malo. Con todo, soy un hombre simpático que irradia alegría y optimismo para aromatizar la lucha casi inane por la justicia, la solidaridad, la equidad y el respeto por el pensamiento ajeno. Enamorado de la tradición oral y del lenguaje coloquial, creo que también en la simplicidad del idioma se esconden grandes expresiones artísticas y elocuentes batallas por la Libertad.
Gozando la vida, acumulo fuerzas para enfrentarme ventajosamente a los momentos amargos. Me atormentan las mentiras del Estado y de la politiquería  desprestigiada que se sirve del pueblo engañado para atarlo a un modelo caracterizado por la indiferencia y conformismo.
Cuando comprendí que los comerciantes cuantificaron el valor de la información y la Verdad se convirtió en una mercancía, me retiré de los grandes Medios de comunicación que, inevitablemente, expresan la voluntad de sus propietarios. En los Medios de provincia y últimamente en Medios digitales, así como desde mi blg- catanochucho.blogspot.com -mantenemos la defensa de la Libertad de Prensa como la esencia de todas las libertades porque bajo su bandera ningún crimen quedará impune.  
Las consecuencias del paso del tiempo, cuyas manifestaciones se acentúan en estos setenta, nos llevan, inevitablemente, a la exclusión y a la marginación social que, por causa de la torpeza del subpresidente-predicador, quedó legalmente establecida. El mayordomo no cree que es posible estar sano y ser productivo a los 70 años y por esa razón ordenó enjaularnos y darnos 2 horitas diarias de sol mientras sacamos el perro a mear. Históricamente, los ancianos han sido símbolo de sabiduría y merecedores de respeto y reverencia, pero el capitalismo nos trata como piezas de estorbo.
Observo con preocupación que algunos amigos -a esta edad ya desaparecieron los enemigos- traicionan sus ideas y abandonan sus principios asociados con la percepción de la realidad y el análisis de la coyuntura sociopolítica y económica del país. Para muchos, la declinación de las energías por causa de la edad es también la hora de las conversiones a credos y grupos que no corresponden con sus posiciones tradicionales.

-Estás horriblemente asustado, en un proceso de regresión, le escribí a un excompañero de luchas tras recibir vía Whatsapp una invitación suya a multiplicar la cadena de oración "por los fieles difuntos". 
-Mejor pida por los vivos infieles, le dije con tono burlón.
Los estereotipos negativos hacia la vejez y la muerte, que nos han vendido desde siempre, pueden generar fobias, como asociar la ancianidad con la enfermedad y con la muerte inminente. Personalmente pienso que el mayor logro de mi vejez es estar vivo en un país particularmente violento, inequitativo, dominado y desgobernado por unos pocos clanes corruptos, infames y criminales.
Mientras el mundo sufre el horror por la pandemia del covid-19, confinado, encalabozado, víctima del miedo y la incertidumbre, me siento como un aristócrata, exclusivo y selecto, caminando siete kilómetros diarios en promedio, por las vías rurales del municipio de Salento, Quindío, en contacto con la Naturaleza, entre cafetales, robles, cedros, plataneras, naranjales, neblina, pájaros "barranqueros" y los laboriosos "Carpinteros"; guatines (guaras) y el rumor de los ríos Navarco y Quindío cuyas aguas espumosas y frías se esconden entre guaduales.
Con la soberanía visual que ofrecen las alturas, con el perfume mágico que brota desde el paisaje verde-azul ondulado, me siento por encima del bien y del mal y me compadezco de las desdichas que viven millones de colombianos encalabozados en esas cajas de fósforos que son las casas y apartamentos de "interés social" y también de muchos burguesitos que además del encierro sufren y se estresan por las pérdidas de sus negocios, por la parálisis de sus empresas y porque teniendo dinero no pueden disfrutar de sus excentricidades. Son muy pobres porque no tienen sino el billete...y no pueden gastarlo.


Esta mañana durante mi habitual caminata, pensativo, lleno de la vitalidad acumulada durante siete décadas, contemplando el soberbio rojo-amarillento de las 6:30 de la mañana, las siluetas de las colinas cercanas, las palmas que se inclinan reverentes empujadas por el viento, y emocionado por la alborada de los pájaros, sentí que mi espíritu no  puede albergar nuevos miedos porque ya llegué al futuro, el que tanto terror me despertaba.
Los setenta nunca serán de agotamiento...serán un fecundo renacimiento. 



Coletilla: El desarrollo humano es un proceso evolutivo que se cumple a lo largo de la vida. Cada momento trae su afán y ofrece distintas posibilidades. Para ilustrar de manera gráfica los principales momentos de la vida y sus afanes -muchas veces angustiosos- les dejo este proverbio italiano...para que nunca se detengan, siempre avancen llavecitas.
Si la vitalita e grande e tutto va bene…
Avanti con il pene.
Ma, si la situazzione e dificile e la forza mengua
Avanti con la lengua.
Si questa posizione si torna imposibile e tutto intento e inhumano…
Avanti con la mano.
Ma, si niente funziona… e tutto e nulo…
Avanti con il culo.

Ma, Avanti… sempre avanti, A tutti !!!


viernes, 22 de mayo de 2020

Ochenta y siete años sin Vargas Vila, una columna de fuego demoledora de ídolos y convencionalismos


Comparto con muchos trabajadores de la palabra, profesores de Literatura y amantes de la lectura, la opinión muy generalizada según la cual en Colombia no se ha hecho hasta el momento una crítica literaria objetiva de las obras de Vargas Vila, ni un cuestionamiento razonado de su pensamiento, ni una valoración de su estilo, de su lenguaje, de sus posiciones políticas, de su defensa del libre pensamiento.
Gravemente herido por causa de su estilo virulento y mordaz contra el despotismo, la tiranía, el dogmatismo, los privilegios del clero, se convirtió en un virtuoso del vituperio pero del mismo modo en un usuario magistral de las palabras. Aunque, desde luego, en su producción también existen muchas estridencias insustanciales y excesos, principalmente asociados al desprecio por las mujeres, por el amor, por la vida, por la familia y por la muerte.
Muchos "críticos", desconocen que Vargas Vila, apenas con 16 años, se enroló en las tropas rebeldes del General Santos Acosta y 8 años más adelante fue secretario del General Daniel Hernández, durante el alzamiento que este oficial dirigió contra el entonces presidente Rafael Núñez, durante el cual venció a las tropas oficiales en la batalla de Humareda.
Huyó al Casanare, en donde otro Genearal, Gabriel Vargas, lo acogió y fue allí en donde surgió su estilo panfletario y demoledor que lastimó a los "líderes" de la llamada "Regeneración Nacional".
Considerado como el pensador más elocuente de su tiempo, no ha sido suficientemente estudiado pero sí constantemente satanizado, principalmente por las Iglesias y por los sectores dominantes de la sociedad, por causa de su mordaz acento condenatorio contra los opresores y violadores de los Derechos Humanos y principalmente de la Libertad de Prensa, desde las páginas de sus libros que son, a la vez, hermosas piezas líricas. Porque además de guerrero fue un poeta.

En una de sus piezas autobiográficas, el autor reconoce que "detrás de Ibis y Aura o las violetas no hay sino literaturaje y politicaje despreciables, dignos de quedar enredados en las selvas bárbaras que atravesé" y se lamenta de haberles dado mucho valor y encariñarse de ellas.

Porque sus críticos no conocen o desconocen de manera deliberada obras como De la Historia, Ars Verba, Laureles Rojos, Verbo de Admonición y de Combate", Prensa Libre, La Conquista de Bizancio, Césares en Decadencia, Los Parias, Los Divinos y los Humanos, Los Parias, entre otros, que son excelsas pinturas de la tiranía y de lucha por la Libertad y por la Verdad, de manera contundente, permanente y siempre leal a sus principios.
Fue tanto el odio que despertaron sus obras, que se ofrecieron jugosas recompensas por la captura -vivo o muerto- del hombre que inauguró el estilo incisivo y abrasador contra los poderosos. Además, se recurrió -como sigue ocurriendo hoy- a la difusión de de noticias falsas sobre el autor, como asegurar que su misantropía, su misoginia, su odio a la iglesia católica nacían del hecho de ser hijo de un cura y una monja. Que era homosexual, que apoyaba acciones terroristas, que presidía sesiones de satanismo, que era impotente y hermafrodita.


Los curas amenazaron con las llamas del infierno a sus fieles y calificaron de grave apostasía la lectura de sus obras. Paradójicamente, las noticias falsas como las amenazas, aumentaron su popularidad y en varios países sus obras fueron leídas con entusiasmo y la crítica internacional le otorgó el título de Maestro. 


En el prefacio para la edición definitiva de sus obras, enfermo y casi ciego, Vargas Vila escribió que "miraba la llaga miserable de su corazón" y admitió que fueron las tragedias de su espíritu las que les dieron vida a sus obras: "la sal de mis angustias regó el prado en que nacieron esas rosas violentas y líricas, llenas de un perfume de desolación".

En La Simiente, personalmente veo un autoretrato de Vargas Vila en el protagonista Leonardo Bauci, serio, franco, voluntarioso, pero rudo a la vez, quien en una de las veladas a las que concurrían sus más allegados, sostiene que "es el milagro de pensar lo que engendra la gloria de vivir".
En la introducción de la edición de sus obras completas, Rubén Palacio Viso sostiene que "las obras de Vargas Vila son más que un monumento literario de un hombre que llenó el fin de un siglo y el comienzo de otro. Es la voz de un hombre que entre clamores y batallas sembró en las almas el más loco amor por la Libertad"
Y para cerrar, de Ars Verba, extraigo esta sentencia que se refiere la inmortalidad del pensamiento y de la palabra: "solo la muerte hace enmudecer al Genio...y el Genio empieza a vivir el día que muere".
Vargas Vila nos dejó un ejemplo de lucha y de elocuencia. Quienes aprendimos algo de su vida entendemos por qué los dueños del poder intentan eliminar a los hombres que buscan la Libertad. Y en Colombia, son muy frecuentes y crueles los casos en que esos intentos son materializados.

viernes, 24 de abril de 2020

Día del Idioma. "Lenguaje inclusivo", "latiguillos" o disidencias lingüísticas

Los cambios del lenguaje no generan cambios sociales, pero los cambios sociales sí pueden generar cambios en el lenguaje

La Palabra es el molde en el que vaciamos las ideas que salen de la boca y de las manos de los humanos de distinta condición: Rubén Dario, Víctor Hugo, el obrero, el embolador; García Márquez, Vargas Vila; la señora de la tienda, la secretaria; Ramón del Valle Inclán, D`Annuncio; el vendedor de comistrajos, la puta esquinera; Maeterlink, Fernando Vallejo, el ladrón, el político, el corrupto –que son el mismo-; el niño, del anciano y hasta del lenguaje mímico y de señas utilizado por los sordomudos. 

Además de ser la herramienta para la exquisitez de la métrica, de la elocuencia, del temperamento, de la crítica y hasta para describir la impotencia y la mediocridad, la Palabra también es rebelde, es superior a las normas que pretenden definirla y gobernarla. Me propusieron un debate sobre este aspecto.

En el día del Idioma Español es oportuno y conveniente referirnos al uso afectado del Idioma por parte de personas influenciadas por supuestas "autoridades" que ocupan posiciones sociales o políticas "destacadas": el esnob, que ha desembocado en las llamadas disidencias lingüísticas, como una salida para huirle al sexismo, por la creencia de que si no se modifican algunas expresiones se puede caer en la discriminación.

El género gramatical no tiene nada qué ver con el sexo y el uso genérico del masculino para designar los dos sexos es una expresión elaborada por los hablantes y en consecuencia no tiene sentido forzar las estructuras lingüísticas por creer que la sola utilización de las formas puede cambiar la exclusión social de las mujeres y de las personas agrupadas en los colectivos LGBTI. 
La tristemente célebre providencia judicial que conminó a la administración del Distrito Especial de Bogotá, hace tres años, a utilizar el "todos y todas" acentuó la utilización de formas incorrectas para estar a la moda, más que una contribución a la igualdad. El lenguaje no se regula en las academias y mucho menos en los juzgados. El lenguaje lo regulan los hablantes. El monumento a los colonos, en Florencia, Caquetá, será siempre "los muñecos" y los habitantes de este departamento serán siempre caqueteños porque es el uso y no las normas las que regulan el lenguaje. En Neiva, el puente sobre la quebrada Rioloro, en la carrera 7 con avenida circunvalar, será siempre "puente torcido" y en Armenia, Quindío, a la avenida "Los Camellos" no le podrán imponer otro nombre aunque hayan retirado el monumento del enorme mamífero artiodáctilo en el cruce de la citada avenida con la carrera 19. Lo mismo sucede con los apodos, hasta el punto de que muchas personas no son reconocidas sino por su remoquete. 
Por qué tenemos que pasar al género femenino los nombres de algunas profesiones???
¿Me tocará imponerme un apodo y declarar en lo sucesivo que soy un periodisto, porque periodistas son solo las colegas??
Jorge fue víctima de la guerra...sujeto masculino, adjetivo femenino
Mónica es un alud...sujeto femenino, adjetivo masculino.
Francia Márquez es un símbolo de la lucha contra la discriminación...sujeto femenino, adjetivo masculino.
Además, por economía del lenguaje, porque en aras de la no discriminación tendríamos que utilizar frases largas. El abuso sexual es un delito frecuente y entonces un titular para mencionarlo, sin discriminar al  género, sería más o menos así:
Un violador y una violadora de niños y de niñas fue capturado por policíos y policías...sencillo, violador fue capturado por la policía.
En estos angustiosos momentos derivados del impacto cruel de la pandemia, no hemos escuchado críticas ni peticiones para el uso del "lenguaje inclusivo" por el uso cotidiano de los términos contagiados y muertos. Sería demasiado penoso escuchar la lectura de boletines en los que se dijera, por ejemplo: "hoy hubo 500 nuevos contagiados y 400 contagiadas; y 150 muertos y 140 muertas".
El uso correcto del idioma no es discriminatorio y, además, las prácticas discriminatorias no se  acabarán con el uso que proponen personas como el juez de la tutela. Es más productiva la lucha contra las condiciones que generan la exclusión y la discriminación, que el debate por el uso del llamado "lenguaje inclusivo" pero -por la influencia de los grandes Medios de comunicación-  las prioridades se han modificado de tal manera que son más importantes los jugadores de la Selección Colombia, que los líderes sociales que acompañan a las comunidades en sus dolores cotidianos.
Las condiciones de igualdad no se garantizan por el uso de formas idiomáticas sino por la actitud de la gente, principalmente de los dueños del poder. Es evidente que sí existen expresiones verbales sexistas pero los ingredientes semánticos, morfológicos, sintácticos que no hagan relación explícita entre  género y sexo, no son sexistas.
El entorno natural de esta discusión es el campo político puesto que, exclusivamente, el cambio social puede generar un cambio en el lenguaje...y no al revés. Porque el lenguaje es una expresión del pensamiento y de las costumbres de la sociedad. Tenemos que cambiar primero las condiciones de desigualdad, exclusión y discriminación de las  mujeres y eliminar los estereotipos y paradigmas impuestos por una sociedad machista, reproducidos de manera constante por los modelos educativos. Es el prototipo social el que impone la desigualdad, no el lenguaje.
Esos "latiguillos" gramaticales son producto de las peripecias mentales de algunos académicos que se creen depositarios de la gran lira semántica pero olvidan que las causas del irrespeto y la violencia contra las mujeres y grupos minoritarios no están en el uso del lenguaje sino en la naturaleza excluyente de las clases dominantes.
Un hombre y una mujer que cometan delitos contra el uso correcto del idioma serán apóstatas de la ortografía, de la semántica, de la fonética, del estilo, de la sintaxis. Yquienes no luchen para romper las actuales relaciones de exclusión e injusticia contra todos los colombianos, serán traidores antes que impostores de nuevas formas de comunicación que no corresponden con el modelo social.