jueves, 22 de febrero de 2018

Las mujeres convertidas en botines de guerra

Las mujeres convertidas en botines de guerra

Con la firma de los acuerdos de paz, renació la primavera para la gente y para la naturaleza pero el espíritu del mal está flotando y se oculta en muchos corazones, así como el pecado de los hijos de Adán perduró en los hijos de Noé, según nos refiere la leyenda bíblica. Muchas veces, la virtud se contamina con el crimen y la  paz se contagia con las arengas de los promotores de la guerra. Y, aunque la violencia también ofreció espacios para el amor puro y para la sensualidad ocasional, porque la soledad pone la tentación, el deseo vehemente de dormir o simplemente descansar en los brazos de una mujer, como un refugio, como un recreo voluptuoso, la guerra se puso por encima del amor y la ternura y convirtió a las mujeres en verdaderos trofeos disputados de manera salvaje por parte de los todos actores armados del conflicto. Destruyeron hogares, rompieron virginidades y las sometieron a distintos vejámenes para revolcar los sedimentos morbosos...a las trabajadoras sexuales las obligaron a convertirse en correos humanos al servicio de sus intereses. Fueron miradas con ojos de tigre y cocodrilo, hostigadas con promesas y amenazas y en general un furioso deseo de posesión les quitó el brillo esplendoroso de sus ojos...
Beatríz Elena Rodríguez sintió la guerra en su cuerpo y en su entorno y como un breviario de las batallas perdidas, aceptó compartir su experiencia con Punto de Encuentro, el programa de la Oficina de Paz, de la universidad de la Amazonia.
Como se trata de desaprender la guerra, Beatríz se abrazó a las oportunidades del posconflicto con la memoria y las huellas de su pasado, por entre la neblina de sus experiencias y su testimonio es como una poesía al servicio de la inclusión, el perdón y la reconciliación...para que seamos capaces de meter la paz  no solo a la cama sino a toda la vida,,, para revivir la hora sublime de la tranquilidad.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Un sueño de heroísmo, de igualdad y de justicia

Posee un espíritu ardiente, insaciable; vive obsesionada por la justicia y decepcionada porque, dice, "uno ya no vale nada...el dinero el lo único que vale". Ella es Adonay Muñoz, la reconocida dirigente campesina de la vereda Cándido,  de Morelia y una de las personas más visibles dentro de la organización campesina que se opone a las actividades de exploración petrolera en algunos municipios del Caquetá.
Asegura que desde muy joven sintió el impulso de una fuerza acelerada y vehemente que la invadió a partir de los dolores cotidianos de la gente campesina, como un hálito de libertad que exhalaba desde la profundidad de sus entrañas.
Con la humilde serenidad de los labriegos, Adonay declaró que la violencia y la guerra fueron las peores cosas que ha vivido y aunque se firmaron los acuerdos de paz, teme que "las cosas no salgan como se pactaron". Contó que desde cuando empezó la lucha contra las petroleras, sus días transcurren en medio de una agitación sin tregua y muchas veces ha tenido que abandonarlo todo por la defensa de su territorio.
Le pedimos que nos hablara de su día a día, comenzando labores a las 6 de la mañana y sin vacilar nos corrigió: 
-Usted se levantará a las 6 de la mañana. Nosotros, los campesinos tenemos que pararnos a las 4 porque a las 6 ya debemos tener adelantados muchos oficios.
Ve con preocupación la indiferencia de los jóvenes hacia los problema de la comunidad. La fuerza de un amor inextinguible por su comunidad es su poder y con ella avanza como absorta porque, de verdad, "me siento enamorada de las grandes armonías de la naturaleza. Su voz y su actitud sorprenden en medio de una población en la que los hombres han sido los defensores de los derechos de los campesinos. Siempre está de frente ante las tempestades desatadas por el desequilibrio y confía que con su lucha y la de toda la comunidad, los árboles y los ríos que protegieron su juventud le darán nueva vida a los días de su vejez.


lunes, 19 de febrero de 2018

Una caminata de oportunidades


Caminando para inspirar, para producir un afecto por las bellezas naturales, por su cuidado y preservación,  atados por el cordel de la solidaridad y la apertura, dos muchachos soñadores llegaron ayer al medio día a Florencia, en desarrollo de lo que han denominado como "una caminata de oportunidades".
Salieron desde San Vicente hace 10 días y su destino final es Mocoa...tienen la piel curtida, llevan la cabeza levantada y sus miradas se mueven lentamente entre el horizonte y el entorno como el vuelo lento del águila real, que busca afanosa sus presas...adelante de esta pareja de caminantes se mueve una comitiva que prepara las condiciones para que al final de cada etapa un auditorio de amigos de la naturaleza escuche el mensaje medio ambientalista y lo multiplique en su medio...Se trata de mensajes que exaltan la belleza caqueteña y al tiempo expresan el horror por el maltrato, la preocupación porque la linda porcelana está a punto de volverse añicos, dijo el chileno que acompaña a un bogotano seducido por la selva amazónica.

Por entre la bruma pluviosa y contaminada que envuelve a la ciudad desde hace 48 horas, llegaron los caminantes que presidieron en la universidad de la Amazonia para mostrar los alcances de su inusual actividad.
Los caminantes fueron recibidos por estudiantes de la institución educativa Puerto Arango, por la policía ambiental y un grupo de activistas ecológicos que además adelantaron una jornada de limpieza y una sembratón de árboles de guadua y carbones.
La obsesión de la selva, de sus bosques y llanuras remotas, de sus ríos y quebradas, de sus pueblos y de su gente, es el motor de estos caminantes que se mueven por el sendero infinito del ensueño llenos de un candor luminoso que los oxigena constantemente y les alcanza para tirarle las orejas a los habitantes del Caquetá quienes, familiarizados, con el entorno perdieron su capacidad de asombro ante tanta belleza. Son rebeldes originales que solo serán vencidos por su propia victoria.

miércoles, 14 de febrero de 2018

¡Hasta luego, compañero Tangarife!!



No lo vi durante los últimos 5 años pero conservo viva la visión de aquella tarde, ya muy remota, cuando fue presentado como docente del colegio comercial Chairá, del entonces corregimiento Cartagena del Chairá.

Acababa de llegar en la canoa que hacía la “línea” diaria entre Puerto Rico y esa población que todavía no era famosa como se hizo años después por cuenta de los cultivos ilícitos, la presencia guerrillera y los enfrentamientos entre los distintos actores armados del conflicto. La vía fluvial era el único camino para llegar y, recuerdo, en la canoa –ni siquiera carpada- el costo del pasaje era de $70.

En Medio de las miradas hipócritamente serias del grupo de profesores, Ancízar, con su cabello ligeramente crespo, su cara de recién desempacado y por momentos temeroso, contó que venía de un pueblo metido en un hueco de la cordillera occidental, a 90 kilómetros de Pereira, llamado Guática.

Se asomaba apenas al misterio inexorable de la selva caqueteña que lo absorbió como un tornado de fuego cuyo remolino lo paseó por toda la geografía caqueteña, que lo encantó, lo sedujo y se apropió de su conocimiento, de su simpatía y de su solidaridad. Y las puso al servicio exclusivo de la educación.

La imagen del muchacho que se abraza a su bella quimera, que va al encuentro de la vida con la sinceridad, casi la ingenuidad de un recién egresado del bachillerato, me sedujo, tal vez porque vi en Él la fotografía de mi propia precocidad y sensibilidad. Terminada la reunión de presentación, sentí una especie de compasión con el nuevo compañero, quizás porque percibí una muda hostilidad o al menos indiferencia en algunos de los docentes.

Una rara pero vigorosa tendencia a cuestionar el manejo de la institución educativa y de rechazo al unanimismo en las decisiones que afectaban a los estudiantes, a la comunidad educativa y hasta a los habitantes de la pequeña población, fortaleció la amistad que apenas comenzaba entre esos dos seres rebeldes y contestatarios que después se volvieron indomables para el sacerdote italiano, José Manca, quien para entonces era no solo el jefe religioso, sino también político y administrativo de Cartagena del Chairá. La hosquedad imperiosa de su carácter displicente, frío  y autoritario, reflejado en las aulas, en la calle y hasta en la práctica de los deportes, tenía genuflexa a toda la ciudadanía y, desde luego, a los docentes que se movían en actitud de reverencia.

La férrea disciplina escolar, deformadora de caracteres y envilecedora de almas, y la soberbia, crearon un ambiente de adulación fastidiosa al tiempo que se escucharon voces aisladas de rechazo para favorecer una actitud crítica y propositiva sobre el manejo del colegio y de la población.

Empujados por el sarampión periodístico, concretamos la idea de poner en circulación una hoja volante, como semilla organizativa para generar actitudes críticas frente a distintos procesos en la pequeña localidad, como una mariposa que empezaba a aletear sobre los problemas y temas de mayor interés. Una rara metamorfosis convirtió a esa mariposa en un buitre que puso su pico en la cara del religioso y le abrió los ojos a la ciudadanía local. La hoja volante se convirtió en un periódico impreso en las máquinas de escribir, con los estudiantes como  digitadores en sus clases de mecanografía orientadas por el profesor Camilo Ardila, con papel carbón para producir 5 copias, y con el apoyo del diseño y diagramación de otro docente, Benjamín Puerta, los dos aliados a la causa, los alcahuetes que encubrieron esa relación amorosa con el periodismo escolar: nació “El Zurriago”, como su nombre lo indica, para dar fuete, bajo el lema “arriesgado poder informativo, crítico y educativo”.

Soñadores olímpicos, nos olvidamos que habíamos agredido el orgullo del poderoso padre Manca y una mañana del año 1976, cuando “El Zurriago” ya circulaba impreso en mimeógrafo, el colegio no abrió las puertas y el sacerdote condicionó su reapertura al traslado de los 3 profesores responsables de su edición. Benjamín Puerta se disculpó y con sus habilidades para camuflarse obtuvo la bendición del cura italiano.

Meditativo, sensual y soñador, Tangarife instaló, pocos años después, su jardín de sueños en El Doncello y en su querido “Corazón Inmaculado” por casi 40 años, en donde vivió el desenvolvimiento total de su sensibilidad y perfeccionó la profesión docente como una pasión que lo puso en la cima de los educadores consagrados del Caquetá. Y fue allí donde le llegó el beso redentor de la muerte que hoy lo tiene en esos parajes silenciosos en donde fluye la calma.

Mientras más grande es el dolor, más grande es la impotencia de pintarlo. Entonces, el silencio es el mejor asilo.

Muchas veces, cuando no decimos nada, hemos dicho mucho de nuestro dolor.

Con el dolor pasa lo mismo que con la alegría: A veces no sabemos qué hacer con ellos.
¡Hasta luego, mi hermano!!!.

"Me duele la bala, me duele mi territorio"


Oprimiendo las palpitaciones de su memoria, con su piel cobriza, con los dolores derivados de una bala que lleva dentro de su cuerpo, pero con la esperanza de un futuro mejor que lo empuja de manera constante, Wilson Báquiro, la primera víctima de los enfrentamientos entre campesinos que defienden su territorio contra la ofensiva de las petroleras que pretenden adelantar labores de exploración en los municipios de Morelia, Valparaíso y Milán, declaró que a pesar la satanizacion de sus luchas, los campesinos proseguirán su pelea con mayor vigor y ardiente organización porque, dijo, "nuestros hijos tienen derecho a disfrutar de un ambiente sano, de aire puro, agua suficiente y de excelente calidad"
"Cuando se interrumpe el curso normal de la naturaleza, cuando el hombre la violenta, asoma la cabeza del monstruo", agregó, mientras hace una pausa en el relato de su drama tras recibir una bala disparada por el ejército durante una de las manifestaciones campesinas...
Ls dirigentes campesinos saben que la lucha es difícil porque es contra el poder de la empresa petrolera que tiene las bendiciones del alto gobierno y el dinero para comprar voluntades de campesinos y de funcionarios. Tienen conciencia del aluvión que se viene pero insisten en que  venderán muy cara su dignidad y su vergüenza. La verdad es amarga y repugna, pero es obvio que los campesinos no tienen aliados en el alto gobierno... durante la preaudiencia realizada el pasado jueves 8 en Morelia, quedó claro que su oposición al proyecto de exploración petrolera es inmodificable.
Recordaron un pasaje bíblico y mencionaron que cuando el Nazareno subía al calvario entre las vociferaciones del pueblo judío, seguro de que moriría por la verdad, solo un grupo lo comprendió... pero cuando estuvo muerto, el pueblo se arrepintió pero ya era demasiado tarde...nuestra lucha no será demasiado tarde y no dejaremos que caiga sobre la cabeza de nuestros hijos el dolor de la naturaleza expuesta y violada.
La percepción general de los asistentes a la preaudiencia de Morelia es que superada la guerra de los fusiles, ahora tienen un nuevo conflicto con actores armados de taladros que agreden la naturaleza.
La paz no es solo entre los humanos, es, del mismo modo, la paz con la naturaleza, le dijo a los periodistas, y mientras nos daba la mano para despedirse aseguró que las máquinas de la perforación de los pozos son como las picas con las que se abren los sepulcros para los campesinos y su descendencia.
 Se quejó porque el proceso de denuncia y de indemnización de por los daños sufridos camina muy lento, mientras siguen las complicaciones de salud derivadas del atentado. "El dolor de la bala es menos profundo que el dolor de sentir destrozada la naturaleza, puntualizó el señor Báquiro. 
-Pero, por favor, señor periodista, quiero dejar muy claro que así como nos pusimos la camiseta de la paz y la reconciliación, tenemos que ganar la paz con la naturaleza, me dijo mirándome a los ojos fijamente.