martes, 8 de agosto de 2023

Petroglifos "El Encanto": Voces de energía, de fertilidad, de vida y hasta de la muerte, destapadas por una inundación

 


Una avalancha del río Hacha que el 17 de agosto de 1962 causó la muerte de más de 100 personas en Florencia, Caquetá, también descobijó los petroglifos de El Encanto, numerosos mensajes misteriosos, todavía no interpretados, tallados sobre un alero rocoso, en predios del entonces Colegio Nacional La Salle.

El destape de los grabados rupestres produjo una conmoción particular, especialmente entre la comunidad educativa, tras el hallazgo hecho por estudiantes que habitualmente llegaban al lugar en actividades de recreo, como lo testimonian algunos exalumnos de la institución educativa, entre ellos Régulo Yanguas y Martín Velasco.

El arte rupestre es una de las más antiguas expresiones de la naturaleza del hombre, instintivamente marcada por el afán de comunicar sus percepciones, por revelar sentimientos y circunstancias que caracterizan su entorno. Es, del mismo modo, una confirmación de que todos tenemos una manera personal de sentir y una manera personal de expresar.

Imaginarnos las tareas de tallado por parte de sus autores, con hachas y cinceles primitivos, desgranando sus percepciones, poniéndolas de manera firme sobre las piedras en periodos de tiempo demasiado largos sin perder el proyecto inicial, solos con sus almas y sus fuerzas pero siendo los voceros del colectivo, es una tarea que debemos hacer y enseñar a nuestros descendientes. Porque es el comienzo del lazo universal de la escritura que nos une desde siempre y será el testimonio de nuestro paso por el planeta.

Sepultados bajo ruinas, entre escombros o en la superficie; enterrados o bajo el agua, los petroglifos son voces de profetas, son gritos cuyos ecos reverberan todavía con la misma intensidad que sonaron sus herramientas y sus gritos entre las selvas vírgenes. Son verdades reveladas que no hemos interpretado porque nos preocupamos más por asimilar las mentiras de la época contemporánea.

De acuerdo con el profesor William Saavedra, encargado de la administración de los temas relacionados con los petroglifos, en 1963 el arqueólogo Eliécer Silva certificó que efectivamente se trata de vestigios de comunidades originarias. A lo largo del tiempo, la institución educativa tuvo a cargo el lugar, pero solo desde hace algo más de 10 años se ha involucrado mayormente en las actividades del plantel y articulado con la formación académica de sus estudiantes.

Se trata, dijo el docente, de darle la talla de un proyecto educativo pedagógico significativo, que incluso, sea modelo nacional y, además, un referente en materia de cuidados del arte rupestre e imán para el turismo regional.

En ese sentido, y en coordinación con el programa “Ondas” de Minciencias, se han creado grupos de investigación y específicamente está en marcha un proyecto de rescate a través de la cultura, la danza, el baile y la poesía, en el que sus actores son niños de temprana edad, dijo la docente Yein Arias Arcila, asesora de la línea Minciencias en Caquetá.

En desarrollo de ese proyecto, el grupo participará en la próxima feria departamental de “Ondas”, prevista para el 25 de agosto, bajo la coordinación de la profesora Aracelly Pechené, quien aseguró que los padres de familia se han convertido en apoyo de los menores en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Durante la visita al lugar con el grupo de niños, el profesor Saavedra explicó que existe un mosaico de interpretaciones de los grabados, no hay catálogo para su lectura y por tanto, como en todos los casos, se presentan numerosas versiones y especulaciones. Su exposición estuvo dirigida a la descripción de las figuras antropomorfas, zoomorfas y anfibiomorfas presentes en las grabaciones y a señalar que predomina una manifestación matrilineal por la presencia reiterada de figuras femeninas, algunas en aparente estado de alumbramiento, lo que confirma que para los antepasados la fertilidad en general fue un asunto de mucha importancia.

Los responsables del programa establecieron dos días para las visitas, los martes entre las 10 y las 12 del mediodía y los viernes entre las 8 y las 10 a.m.

Se han adelantado conversaciones con las autoridades locales, departamentales y nacionales en la perspectiva de consolidar el proyecto con adecuaciones del sendero, medidas de seguridad y vigilancia porque los grabados han sido objeto de actos de vandalismo. Pero, como se sabe, este tipo de proyectos no está en la agenda gubernamental porque no generan dividendos electorales.


El hombre moderno, asfixiado por los desarrollos tecnológicos, no ha adquirido la capacidad para interpretar los códigos que contienen los mensajes tallados por individuos que en una línea del tiempo deben estar relativamente muy cercanos a los antropoides migratorios, a los caníbales antropófagos o a los ejemplares resultantes del aluvión de todas esas promiscuidades de la evolución.

La visión universal del mundo fue remplazada por la verdad individual y hoy cada hombre cree tener su propia verdad, a la que se apega ciegamente, sin permitir siquiera la posibilidad de escuchar los puntos de vista ajenos,  que por ser distintos son considerados  adversarios, propios de los enemigos a los que muchas veces hay que eliminar físicamente para asegurar la prevalencia de una “verdad”.

Desde el caníbal de Nueva Guinea, hasta “el bello animal rubio hiperbóreo”, como llama Nietzsche a los alemanes, el hombre se mueve por el interés de contar sus percepciones, sus conocimientos, sus anhelos, sus dudas, sus problemas. Es importante no dejar morir dicho interés, promoviendo la lectura y la escritura, todos tenemos una historia qué contar y una verdad que abrazar.

Muchísimos años después del génesis, siguen vigentes los pensamientos literalmente muy pulidos, muy limados, de nuestros antepasados, al contrario de los pensamientos modernos que aunque también se pulen, son mentirosos.

De regreso, escalando la loma casi perpendicular hasta la cancha de fútbol de la ahora IE La Salle, y entre bromas por las precarias condiciones del camino y el estado físico de los caminantes mayores, pensé que definitivamente me cambiaré al periodismo ecológico.

La variedad es el ENCANTO y el alma del paisaje.

-La Naturaleza es la única verdad inobjetable, pensé. Lo escribo aquí en esta pantalla, en donde los únicos cinceles que se ven son aquellos con los que los internautas semipensantes, traidores y silenciosos como la noche que descobijó los petroglifos, decapitan la Verdad.