miércoles, 2 de mayo de 2018

Personajes de la vida cotidiana. Jóvenes precozmente sensibles a los sentimientos de la Naturaleza

Con la serenidad radiante y solemne del ganador que respeta a su adversario, algunos de los jóvenes accionantes de la tutela y sentencia de la Corte Suprema de Justicia que declaró a la Amazonia como “sujeto de derechos”, subieron a la tarima del auditorio Angel Cuniberti, de la Universidad de la Amazonia, y en medio de los aplausos de los asistentes al Foro por la Paz Ambiental, proclamaron su triunfo contra la deforestación.
Las próximas generaciones los van a honrar como grandes figuras históricas por su actitud heroica que los hará sobresalir como protagonistas del gran sacudón que lanzó a las nuevas generaciones al apostolado por la defensa del planeta.
Como un huracán de patriotismo verdadero, los nombres de estos muchachos -algunos casi niños- arrastrarán felizmente su condición de sembradores de vida después del festival de derroche irresponsable durante siglos con los recursos naturales, específicamente con la biodiversidad de la Amazonia.
Con voces sonoras, casi líricas por la sublimidad del momento, como caminando sobre los laureles, los jóvenes  gritaron: que nos unamos todos para hacer algo más grande y que tengamos en cuenta qué nos enseña nuestra historia, nuestro territorio y nuestra gente para el cuidado de la naturaleza”.
Ahora que está de moda, su actitud fue como un "coscorrón" para los académicos quienes, como dijo un campesino de Morelia, "se la pasan en las bibliotecas discutiendo por una coma y no actúan". Una crítica sincera y objetiva sobre la falta de articulación y gestión para poner en marcha tanto diagnóstico y demasiada ideologización de la simplicidad de la vida cotidiana.
En la apertura del Foro por la Paz Ambiental, el entonces rector Gerardo Castrillón, destacó la actitud tenaz y ambientalmente positiva de los muchachos, y reconoció el acompañamiento efectivo de "Dejusticia", la ONG que los apoderó en todo el tránsito por juzgados y altos tribunales.
Como a Ulises al final de su larga epopeya, que vio surgir de la bruma las torres de Itaca, los  muchachos ganadores de la tutela se movieron en el escenario al calor de los aplausos y gritaron:
-Tenemos patria, tenemos hogar, tenemos Amazonia.
Los campesinos asistentes la foro académico, con sus corazones atormentados y solitarios, sintieron una ráfaga de vientos primaverales y se imaginaron sus veredas florecidas y sus huertos fertilizados con el gesto heroico de los muchachos.
Porque, sumidos en la incertidumbre de la inminente exploración y explotación petrolera, los campesinos sintieron un respaldo real a su lucha por la defensa de los recursos naturales.
Los 16 ponentes del Foro por la Paz Ambiental, le dieron a ese encuentro académico un soplo de esperanza en medio de las graves denuncias por los maltratos que sufre la naturaleza, principalmente por la  deforestación y por la creciente contaminación de las aguas con mercurio, procedente del proceso de extracción de oro.
Sobre el tema, el sociólogo Octavio Villa narró con visible dolor los casos especiales que encontró durante un reciente viaje de investigación a la región de Los Monos, en el Medio Caquetá: evidente deterioro en el estado de salud de la población indígena y malformaciones físicas, trastornos neurológicos y limitantes cognitivos que presuntamente fuesen ocasionados por la contaminación por mercurio que ingiere a través del pescado, principal e histórica fuente de proteína.
El profesor Villa dijo que su investigación está dirigida a  promover conciencia pública de lo que sucede en ese territorio del país donde la suerte de población no le interesa ni le importa a los occidentales porque los afectados son indígenas y su suerte está echada al olvido y a la desaparición, que comenzó con la llegada de los europeos a nuestra América.
"Los niños y los jóvenes agonizan en una lenta y anónima vibración ente las selvas de horizontes inconmensurables", dijo en voz baja un profesor de biología que escuchó al ponente.
A medida que avanzó la exposición de las ponencias, tomó fuerza la exhortación del rector en el sentido de hacerle un seguimiento a la sentencia de la Corte Suprema "para que no se convierta en letra muerta, como muchas de sus decisiones".
Los economistas reafirmaron su tesis sobre el extractivismo como modelo rentista que crea una cultura especulativa y denunciaron que su carácter no es sostenible porque se basa en la afectación de los ecosistemas y no en la inteligencia humana. Además, sostuvieron, fomenta la tendencia rentista-especulativa que nutre las corrientes exportadoras que, a su vez, producen fuertes impactos en la economía nacional.
Estas almas de niños y jóvenes precozmente sensibles a los sentimientos de la naturaleza, con sus ojos prematuramente abiertos a los problemas del futuro y a los misterios de la vida, deben convertirse en un referente para la juventud. Son los héroes de una nueva Colombia, la del posconflicto. Porque a partir de estos ejemplos es que tenemos que construir la Paz con la naturaleza. Porque también con ella, debemos desaprender la guerra que la puso al límite de su sostenibilidad.


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