domingo, 21 de agosto de 2016

El rostro floreciente de Pitalito y el Valle de Laboyos (2)

La Cacica Gaitana, precursora de la lucha del pueblo opita

La historia de dolor y valor de la cacica Gaitana es, guardadas proporciones, el mismo drama que vivieron cientos de madres huilenses por cuenta del conflicto que termina.
La cuenca del río Guarapas es uno de los 25 lugares con mayor biodiversidad del mundo, en donde existen importantes especies de flora y fauna en vía de extinción

Un Ocobo frondoso, las palmas que lo vigilan, la iglesia que habla con sus campanadas, los ancianos que irradian sabiduría, los vendedores de dulces y minutos, el rumor de los motores de los carros, y la ceguera encantada de los estudiantes que se besan de manera voraz, con ganas de consumirlo todo,  son los componentes principales de un cuadro natural que, como una sonrisa de luz, anuncia la espléndida belleza del valle de Laboyos, predestinado como eje de la recreación y del desarrollo regional.
Es el parque principal de Pitalito en donde hay, además, dos casas antiguas descuidadas, que son testimonio de la historia arquitectónica de la región y en donde, increíblemente, el sonido agudo, alto y penetrante de la sirena todavía anuncia el medio día, un ritual desaparecido en las grandes ciudades. Con los vientos de agosto, las hojas de una ceiba, un gualanday y un samán se vuelven arpas vibradoras y armoniosas que emiten perfumes y plegarias.
El Ocobo, fértil y formidable, sembrado por el exalcalde Roberto Molina Vásquez hace 52 años, y los otros arbustos del parque, crecen abrazados por enredaderas tupidas que los envuelven y acarician, en una convivencia de utilidades recíprocas que han sido puestas de ejemplo para el desarme de los espíritus en la etapa del posconflicto por los promotores de la cultura de la paz y la convivencia.
Es una estampa que también resume la pasión por el trabajo, los misterios, mitos y leyendas de sus antecesores y las grandes ilusiones de paz y progreso que crecieron en la zona desde cuando se iniciaron los diálogos del gobierno con la guerrilla en la perspectiva de negociar el conflicto que vivimos desde hace más de 60 años.
A pocas cuadras del parque, en la vía al coliseo, hay otro anuncio de la  majestad exuberante de la pompa forestal, un pequeño bosque de árboles cómplices por sus ramajes encubridores, rodeados de guaduales que protegen las aguas del río Guarapas, referente histórico, cultural y ambiental de Pitalito, cuyas aguas rumorosas y con altos niveles de contaminación descienden en busca del río Magdalena.

El Valle de Laboyos

El Valle de Laboyos, hace parte del Macizo colombiano y del
denominado Cinturón Andino, declarado por la UNESCO en 1972, “Reserva de la Biosfera”.
La ubicación estratégica le permite gozar de condiciones ambientales privilegiadas que le han llevado a ser considerado, como uno de los municipios con el mayor número de predios adquiridos para la protección de microcuencas.
Su territorio hace parte del Parque Regional Natural Cueva de los Guácharos-Puracé, en el que se han desarrollado procesos de planificación territorial ambiental, cartografía comunitaria, redes comunitarias de conservación, grupos de monitoreo de biodiversidad y proyectos productivos sostenibles. Estas experiencias han sido catalogadas como modelo de conservación en el país. El gobierno local trabaja en la materialización de un programa de guardabosques ambientales.
Además, fue uno de los primeros municipios en constituir, el Parque Natural Municipal, estrategia de conservación en donde se integra la reserva pública y privada para la preservación de los ecosistemas hídricos que garantizan el abastecimiento del acueducto municipal.
Los gobiernos de Pitalito y Palestina participan en el plan estratégico de conservación y protección de la cuenca del río Guarapas, afectado severamente por la deforestación, la explotación agrícola y la minería. Del programa de protección de su cuenca, hacen parte, además, el gobierno departamental y la CAM, para la cual es la segunda prioridad, después de la cuenca del río Las Ceibas de Neiva.
Un vocero de la CAM le dijo al cronista que la cuenca del río Guarapas es uno de los 25 lugares con mayor biodiversidad del mundo, en donde existen importantes especies de flora y fauna, muchas de ellas incluidas en las listas de la UICN, en peligro y en vía de extinción como el Roble Negro, la Orquídea, la Guadua, el Oso Andino, la Danta de Páramo, el Atlapetes Olivaceo, el Pato Colorado y la Reinita Naranja, entre otras.
En una parcela cercana al casco urbano, donde pasamos la noche, sentimos el estremecimiento del viento frío, cargado de distintas fragancias, sobre nuestros ojos fatigados por tanta belleza.

Encuentro con la historia
En el viaje a Pitalito, aunque se vaya de afán, hay 3 asuntos impajaritables que atender: comida de biscochos de achiras en Altamira, observación y admiración de la iglesia más antigua del Huila, en Timaná, y la parada obligatoria en Pericongo, para la foto, para la sacudida nerviosa y el sobresalto que produce la visión de un abismo sin fin.
La historia de dolor y valor de la cacica Gaitana, es, guardadas proporciones, el mismo drama que vivieron miles de huilenses por cuenta del conflicto que llega a su fin. Muchas madres, como la Gaitana, perdieron a sus hijos en la guerra y algunas de ellas estuvieron a punto del suicidio después de los actos salvajes de la guerrilla.
Muchos jóvenes fueron reclutados a la fuerza, secuestrados, como hizo Pedro de Añazco con el hijo de La Gaitana y, del mismo modo, muchos murieron en presencia de sus mamás. Aunque las madres en Colombia no tuvieron oportunidad de la venganza, todas sintieron deseos de sacarles los ojos y arrastrar de pueblo en pueblo a los victimarios.
La lucha de La Gaitana es un símbolo de la resistencia  de los indígenas contra la invasión de los españoles y aunque a la larga fueron derrotados, su liderazgo es un ejemplo histórico, invocado sucesivamente por los defensores de la justicia, en estos tiempos de inequidad.
Los cientos de asesinatos ocurridos en la región, de los cuales los de Héctor Polanía, Nelson Carvajal y Flor Alba Núñez fueron los más notorios, hacen parte de la versión moderna de la guerra que ha sembrado el terror por todo el paisaje colombiano, de manera continua,  durante los últimos 68 años. La sangre de la periodista Flor Alba todavía está fresca y cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de su crimen, la impunidad cabalga briosa, como los ejemplares de la famosa feria de Asocala.
La historia de La Gaitana, y la de todos los líderes indígenas a lo largo de la vida nacional, también han sido mencionadas de manera insistente por los promotores de la paz y el fin de la guerra, al señalar las luchas sangrientas como expresiones de la incapacidad para solucionar los conflictos mediante el diálogo y la concertación.
Para los analistas de temas asociados con la violencia, casi quinientos años después ya no es procedente sacarle los ojos a quien nos ofende y tienen más validez los argumentos con los que podamos evitar las acciones violentas.
En la actualidad, Timaná, cuna de La Gaitana, es un ícono de la libertad y fue desde allí donde se gestó la fundación de los municipios del sur del Huila. Es como la abuela de los pueblos huilenses y del sur del país y su iglesia es uno de los destinos turísticos religiosos más importantes del país.

La feria, otro motivo de orgullo
En ese jardín inmenso, con sus antecedentes de batallas épicas, sus artistas reconocidos, sus bellezas naturales y sus corazones solidarios, se celebra cada año la feria equina, grados “A” y “B”, de manera separada, organizada por ASOCALA, la asociación de caballistas laboyanos, que, al estilo del Pegaso mitológico, es un símbolo de la vida, la lucha, la recreación y el transporte.
Además de la cabalgata, el juzgamiento de los ejemplares que desfilan sobre la pista de resonancia, es uno de los principales atractivos del certamen ferial, famoso entre los caballistas colombianos y de América, pues a Pitalito llegan expositores de todo el continente, atraídos por su importancia y rigurosa organización.
Porque el caballo también es símbolo del heroísmo, del triunfo sobre las energías negativas y su nombre está relacionado con las cábalas, la feria equina siempre será la reafirmación de la lucha, del optimismo y de los cálculos realistas del progreso del municipio y de la región.
ASOCALA convocará próximamente un concurso de arquitectos, de cara a la construcción de su complejo de ferias, el cual deberá estar listo para los eventos del próximo año, explicó Víctor Manuel Ortíz, uno de los dirigentes más reconocidos de esa asociación.

De cara al futuro
El eco de las perspectivas favorables para su desarrollo se ha convertido en una reverberación constante que llegó a los oídos y a las mesas de prestigiosos inversionistas en todo el mundo que se “pellizcaron” enseguida y comenzaron el proceso de construcción de vínculos con esta región. Numerosas multinacionales, provenientes principalmente de Japón, Corea, Holanda, Alemania y Estados Unidos, ya tienen presencia en la zona, en los frentes de servicios e infraestructura.
De las 28 megaobras 4G que impulsa el Gobierno Nacional y dentro del llamado paquete “segunda ola” se encuentra el proyecto Santana - Mocoa – Neiva, que tendrá 22 kms de doble calzada, 32 kms de nueva calzada sencilla y la rehabilitación de 422 kms, desde Neiva - Campoalegre - Gigante - Garzón - San Juan de Villalobos - Mocoa – Santana, con una inversión total $3 billones. La obra convertirá al valle de Laboyos en la más hermosa flor del jardín surcolombiano.
Actualmente, el gobierno local y las comunidades discuten la construcción de un puente elevado para el paso de la carretera 4-G y otras opciones que inicialmente no fueron contempladas.
Entre el 30 de septiembre y el 8 de octubre, se realizará la versión 17 del festival cultural laboyano, “la mejor fiesta cultural del Huila, después del San Pedro”, según la coordinadora del evento, Maritzabel Guzmán.
-Este año las actividades serán orientadas a la danza y al ejercicio de construcción de paz en el posconflicto pues estamos felices con el anuncio de la finalización de la guerra, comentó la funcionaria.
Lo que Uno ha soñado toma forma aquí, mirándose en el espejo de la laguna Guaitipan, es como ver y sentir la explosión de una rosa que se abre para perfumar el ambiente en medio de la  grandeza del valle de Laboyos.

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