miércoles, 14 de febrero de 2018

"Me duele la bala, me duele mi territorio"


Oprimiendo las palpitaciones de su memoria, con su piel cobriza, con los dolores derivados de una bala que lleva dentro de su cuerpo, pero con la esperanza de un futuro mejor que lo empuja de manera constante, Wilson Báquiro, la primera víctima de los enfrentamientos entre campesinos que defienden su territorio contra la ofensiva de las petroleras que pretenden adelantar labores de exploración en los municipios de Morelia, Valparaíso y Milán, declaró que a pesar la satanizacion de sus luchas, los campesinos proseguirán su pelea con mayor vigor y ardiente organización porque, dijo, "nuestros hijos tienen derecho a disfrutar de un ambiente sano, de aire puro, agua suficiente y de excelente calidad"
"Cuando se interrumpe el curso normal de la naturaleza, cuando el hombre la violenta, asoma la cabeza del monstruo", agregó, mientras hace una pausa en el relato de su drama tras recibir una bala disparada por el ejército durante una de las manifestaciones campesinas...
Ls dirigentes campesinos saben que la lucha es difícil porque es contra el poder de la empresa petrolera que tiene las bendiciones del alto gobierno y el dinero para comprar voluntades de campesinos y de funcionarios. Tienen conciencia del aluvión que se viene pero insisten en que  venderán muy cara su dignidad y su vergüenza. La verdad es amarga y repugna, pero es obvio que los campesinos no tienen aliados en el alto gobierno... durante la preaudiencia realizada el pasado jueves 8 en Morelia, quedó claro que su oposición al proyecto de exploración petrolera es inmodificable.
Recordaron un pasaje bíblico y mencionaron que cuando el Nazareno subía al calvario entre las vociferaciones del pueblo judío, seguro de que moriría por la verdad, solo un grupo lo comprendió... pero cuando estuvo muerto, el pueblo se arrepintió pero ya era demasiado tarde...nuestra lucha no será demasiado tarde y no dejaremos que caiga sobre la cabeza de nuestros hijos el dolor de la naturaleza expuesta y violada.
La percepción general de los asistentes a la preaudiencia de Morelia es que superada la guerra de los fusiles, ahora tienen un nuevo conflicto con actores armados de taladros que agreden la naturaleza.
La paz no es solo entre los humanos, es, del mismo modo, la paz con la naturaleza, le dijo a los periodistas, y mientras nos daba la mano para despedirse aseguró que las máquinas de la perforación de los pozos son como las picas con las que se abren los sepulcros para los campesinos y su descendencia.
 Se quejó porque el proceso de denuncia y de indemnización de por los daños sufridos camina muy lento, mientras siguen las complicaciones de salud derivadas del atentado. "El dolor de la bala es menos profundo que el dolor de sentir destrozada la naturaleza, puntualizó el señor Báquiro. 
-Pero, por favor, señor periodista, quiero dejar muy claro que así como nos pusimos la camiseta de la paz y la reconciliación, tenemos que ganar la paz con la naturaleza, me dijo mirándome a los ojos fijamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario