La capital diocesana, es el espíritu de su fe, de su religiosidad y
también de su capacidad de trabajo, de su alegría, de su honradez y de su
patriotismo
En
el mapa, es el corazón sagrado del departamento y en la historia es la edad
remota de la cultura religiosa, taciturna y armoniosa
Desde el cerro Monserrate,
con el aire suave y la llovizna golpeando la cara, en medio de un silencio
ensoñador, se ven Garzón, la represa de El Quimbo, el nevado del Huila, el azul
diáfano del cielo y los lineamientos mágicos de la topografía huilense, en un
cuadro que despierta voluptuosidad y resume la belleza de un pueblo.
En el aire, como en los
bosques amazónicos, se siente la fragancia de la flora muy remota, los pájaros
y garzas dibujan figuras simpáticas con sus movimientos de líneas perfectas,
como el cuadro de un pintor de tacto
exquisito y delicadeza infinita.
En el mapa, la región es el
corazón del departamento y en el alma de los huilenses es la capital diocesana,
el espíritu de su fe, de su religiosidad y también de su capacidad de trabajo, de
su alegría, de su honradez y de su patriotismo. Garzón es sede Episcopal desde
el 20 de mayo de 1900, cuando se creó la diócesis, segregada de la de Ibagué,
que comprendía el Tolima Grande. Tiene 8 parroquias, 5 urbanas y 3 rurales.
Conocida por ser una ciudad
orgullosa de su arquitectura religiosa, entre las que se destacan la capilla-adoratorio,
donde está la imagen del Señor de Monserrate, lugar muy frecuentado por propios
y turistas nacionales y extranjeros; el
seminario Mayor, elegante construcción, y el
templo San José de Nazareth. Políticamente, está dividida en 92 barrios y
94 veredas, agrupadas en 12 corregimientos, en un área calculada de 580 kms
cuadrados, de los cuales La Jagua, Zuluaga y San Antonio del Pescado son los
más destacados.
Cuna de personajes
Es cuna de distinguidas
personalidades de la cultura, los medios de comunicación, la política, la
judicatura y la Iglesia, entre quienes se destacan, monseñor Libardo Ramírez, el
pintor y poeta Yesid Morales Ramírez, el escultor Emiro Garzón, el profesor y
novelista Antonio Iriarte Cadena y los famosos locutores Fernando Calderón
España y Fred Emiro Núñez Cruz.
La fundación cultural
Baracoa conocida en la escena musical del país por su contribución a la música
andina Colombiana proviene de este municipio y uno de sus grupos de mayor
aceptación es Las Garzoneñas, que interpreta música campesina propia de esta
región.
Y desde luego, los
personajes de la vida cotidiana que se destacan en la ejecución de actividades
cotidianas, aparentemente simples pero que son componentes esenciales del
tejido social y eslabones fundamentales del desarrollo. Los taxistas, los
vendedores, los comerciantes, las amas de casa, los docentes, los obreros, los
profesionales y las personas en condición de discapacidad, que en este
municipio están aglutinadas en una organización que les ha permitido luchar
contra la exclusión que sufren en otras regiones del departamento y el país.
Garzón “vuelve a ser para
todos”
La barbarie de la violencia
también hirió el corazón de los garzoneños y durante algunos periodos de la
reciente historia, la tristeza invadió sus predios. Entre los hechos más recordadas
está la cruenta incursión de las Farc a la alcaldía, en el 2009, cuando dos
vigilantes y un militar murieron en desarrollo de la operación guerrillera que
desembocó con el secuestro del entonces concejal y hoy diputado Armando Acuña.
A pesar de algunas voces y
gestos extraños que se escuchan en mentideros populares y políticos, los hechos macabros que ocurrieron
en algunos lugares de la jurisdicción ya son historia remota y es creciente el
rumor de la armonía venidera con la declaración del fin de la guerra y los
acuerdos pactados en La Habana.
De conformidad con el plan
de gobierno del alcalde, Edgar Bonilla Ramírez, a quien cariñosamente la gente
lo conoce como “Tinga”, en el 2019 Garzón será un municipio auto sostenible, líder
en el ámbito regional y nacional, con gran reconocimiento por su gestión,
infraestructura, progreso, participación y justicia social.
Para “Tinga”, con el lema
“Garzón vuelve a ser para todos”, su gobierno se caracteriza como una
administración que gestiona y trabaja de manera conjunta, eficiente,
transparente y ejemplar por el progreso social de sus habitantes.
-Consolidar a Garzón como municipio
Región del surcolombiano, fortaleciendo aspectos fundamentales en los sectores
agropecuario
y turístico, para el desarrollo de la zona centro del departamento
y del sur del país, es una de mis prioridades, sostuvo el alcalde.
Para las autoridades y
dirigentes de la región, es claro que el municipio atraviesa por un momento
crucial con la construcción y puesta en marcha de la central hidroeléctrica El
Quimbo, que ha generado impactos negativos en los aspectos social, ambiental y
de la productividad, especialmente en el sector agropecuario, lo cual les
plantea la necesidad de adelantar un seguimiento minucioso al cumplimiento de
los compromisos adquiridos por Emgesa, para que los mismos se cumplan al pie de
la letra. De la misma manera, ese evento debe ser aprovechado para convertir al
municipio en el epicentro del desarrollo agropecuario y turístico del surcolombiano
mediante una agenda temática en la era del posconflicto
Atractivos turísticos
Uno de los más viejos
anhelos de los garzoneños y de su dirigencia, ha sido la promoción y
ofrecimiento de sus productos históricos y culturales, como los monumentos
religiosos, las ferias, fiestas y la gastronomía, con fines turísticos,
complementados con la belleza del entorno, calificado como “fuera de la estética”
propia de la naturaleza. Las tareas propuestas por los expertos, estimuladas
por el cese de las hostilidades por parte de los grupos armados, están
dirigidas hacia la captación de segmentos de viajeros cada vez más
especializados y al aumento de la base de empresas prestadoras de servicios
turísticos, que desemboquen en el crecimiento de los ingresos de las empresas y
comerciantes por concepto de servicios, viajes y transporte de pasajeros.
Entre los santuarios
religiosos, la capilla de adoración del señor de los Milagros, en el cerro
Monserrate, es la más fácilmente convertible en un gran centro turístico, pues
su amplia perspectiva verde le permite al visitante hundirse en la calma, en el
ensueño, en la paz, elementos fundamentales para satisfacer a los turistas. A
solo 4 kilómetros del casco urbano y por una carretera que se puede mejorar o
pavimentar, el sitio ha sido desaprovechado o explotado de manera no adecuada.
Existen otros sitios para
observar cómo el mundo sigue su curso, en donde todo gira en torno a la
tranquilidad, como el parque agroecológico Lomachata y los pintorescos poblados
La Jagua, Zuluaga y San Antonio del Pescado.
Desde la inauguración del
puente El Balseadero, en la vía al Agrado, esta megaobra se convirtió en el
sitio de mayor interés para los turistas regionales y nacionales que llegan
para apreciar el viaducto más largo de Colombia -1.708 mts- y disfrutar de un
viaje en lancha por la represa.
El conflicto derivado de El
Quimbo
Desde el comienzo, el
proyecto planteó dos posiciones superpuestas. Una, la de quienes defendieron el
territorio, la diversidad, el río Magdalena y el derecho a un medio ambiente
sano. La otra, el punto de vista del Estado, que defendió e impuso, un proyecto bajo el supuesto de que es para el
bien de todos.
Para Miller Dussan,
presidente de asoquimbo, la compañía constructora se preocupó por cumplir el
cronograma de la construcción y no cumplió con los compromisos sociales que
había adquirido. El Quimbo sólo genera el tres por ciento de la energía del
país. En cambio, los daños en términos de desviación del río Magdalena y el
desplazamiento de campesinos, sí afectaron enormemente al departamento del
Huila, dijeron los críticos del proyecto.
-El Quimbo, un proyecto chimbo,
responden en coro las personas consultadas sobre los efectos de esta obra de la
ingeniería.
La lucha contra el desprecio
En Colombia, las personas en condición
de discapacidad pagan altos tributos por causa de la exclusión social y por la
percepción que de ellas tienen la mayoría de ciudadanos, como objetos de pesar
o por la presunción de incompetencia con la que son vistas en círculos
laborales, políticos, sociales y deportivos.
Creado y liderado por el concejal José
Luis Chaux, y bajo el lema “Disponibilidad de capacidades diferentes”, en
Garzón existe un movimiento que unió a las personas discapacitadas y, como un
alfiler sobre la piel, despertó la atención del gobierno y de la población
hasta el punto de conquistar un espacio importante en la sociedad local.
La administración municipal creó una
oficina de enlace con esta población y tiene identificados en sus bases de
datos a por lo menos 1500 personas con discapacidades cognitivas, motrices,
visuales, lingüísticas y auditivas. Algunas de ellas trabajan con el gobierno
local, en el sector privado y de manera independiente.
-Luchamos contra el asistencialismo y
propendemos por la expedición de una política pública para el manejo de la
población discapacitada, dijo el concejal Chaux, al tiempo que reconoció la
sensibilidad del alcalde y del concejo con los temas de la organización.
Además del concejal, son igualmente
símbolos de la capacidad de sobreponerse al desprecio y la impotencia inicial
que dejan los traumas, Fabio Andrés Barreiro, quien perdió sus brazo y pierna
derechos en un accidente; Juan Evangelista Alvarez, invidente, ajedrecista
destacado; Vianey Fernanda Casanova, quien en sila de ruedas se desempeña como
funcionaria del SISBEN, y Jorge Eliécer Vargas Cuéllar, quien se ríe de sí
mismo por su incapacidad para caminar, considerado como un personaje muy
popular en todo el pueblo.
La honradez de sus luchas, la lealtad de
sus convicciones, el lado generoso y épico de sus vidas y, sobre todo, su valor
indomable, los convierten en héroes de la vida cotidiana.
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