sábado, 31 de octubre de 2020

Noche de brujitas "on line", más creativa

Por cuenta del Covid, este año la fiesta importada del "Halloween" se vivvirá desde los celulares, las tablet, los computadores y los televisores. Los dulces y los disfraces serán imaginarios, pero los atracos y los personajes serán reales, como el mesero asesinado en el interior de un articulado, y el payaso que todas las tardes saluda preguntando desde qué región del país le mientan la madre.

La noche las brujitas se universalizó con distintas denominaciones  pero de todas maneras con el predominio de la versión gringa "Halloween", como consecuencia de la expansión ideológica "made in USA" que tiene como objetivo la homogenización del pensamiento y la cultura, para poner a pensar a la gente de la misma manera, para evitar la controversia que desbarata las mentiras. Ese predominio también se deriva de la sumisión a los mandatos gringos y de la falta de creatividad que impide la creación de fiestas originales, auténticas, que no reproduzcan modelos extranjeros.

Los niños ven la realidad de una manera muy particular y a partir de un hecho, de una frase, de una fotografía o de una simple conversación, comienzan un proceso mental que desemboca en la elaboración de su cosmovisión, fantasiosa, sofisticada o verdadera, se apropian de ella y la defienden con la fuerza de su corazoncito, con lágrimas, con sonrisas, con caprichos o con rabietas y hasta con silencios inexplicables.

Muchos pondrán como fondo de pantalla la paloma desplumada y flaca de la Paz, maltrecha por el incumplimiento de los acuerdos pactados; otros preferirán la caricatura de Matador sobre el fiscal de bolsillo; algunos más atrevidos dejarán a "Iván Márquez", quien dejó las armas, pero guardadas y, en fin, los niños mostrarán su espontaneidad, sin las prevenciones y temores de los adultos, de sus padres y de los profesores.

Observando y sufriendo la violencia, los niños no pueden comprenderla y mucho menos justificarla porque los mayores somos incapaces de explicarles de manera pedagógica el origen de los conflictos, su desarrollo y su transformación. O porque les damos explicaciones amañadas, acomodadas a nuestros puntos de vista o simplemente dejamos que saquen conclusiones a partir de las "verdades" maquilladas que les brindan los grandes Medios de comunicación.
El desarrollo tecnológico ha permitido que muchos niños  desarrollen competencias para entender las decisiones inapelables de sus papás y para comprender fenómenos sociales como las injusticias, la corrupción, la politiquería, la dominación y es evidente que en muchas instituciones educativas se observan manifestaciones de la capacidad infantil para hacer caracterizaciones acertadas del Estado y la sociedad colombiana. Pero de todas maneras, son menores que inevitablemente dependen de la voluntad de sus padres y personas mayores.
La "Noche de Brujitas" es, pues, una actividad más que los niños desarrollan en medio del huracán de la vida social, política, científica y deportiva, no como protagonistas sino como elementos pasivos, como una especie de David, con su honda entre las manos, a la defensiva, ante los gigantes que los asedian, los amenazan, los agreden, los explotan, los manipulan y los dominan.
Ayudados por la tecnología y por algunos padres críticos y creativos, hoy veremos disfraces alusivos a la crisis de la Justicia, a la dispersión de la izquierda, al poder de los políticos que ganan con los votos de los pobres pero actúan con el deseo de los ricos; también estará la "Parca" disfrazada de verdugo que quiere acabar con los corruptos, con los violadores de niños y con los maltratadores de mujeres.
Puñales de luz que se quieren meter al corazón de los Medios de comunicación, inundados de basura mentirosa; enfermos cadavéricos que padecen el calvario de las EPS, más grave que su propia enfermedad; la tierra moribunda por los abusos; réplicas gigantes del Coronavirus; flores pálidas de la mentira, la infamia y el engaño; alcaldes, gobernadores, Congresistas y altos funcionarios, estarán representados por un toro mecánico que "tumba" al que se le arrime, como disfraz de la corrupción; una bandera de Colombia, izada, como símbolo de las luchas del pueblo y muchas otras estampas de la cotidianidad colombiana veremos esta noche.
Los hijos del pueblo, aquellos que se quedan solos en sus casas mientras sus padres trabajan; los que toman aguadepanela y comen arroz diaria y persistentemente; los que sufren periódicos accidentes o son víctimas de los malvados, los que van a la escuela del barrio o de la vereda, los que sufren la guerra que tampoco entienden, de la misma manera viven la dinámica social sin comprenderla. Ellos también tendrán este 31 de octubre un mensaje para la sociedad que no los protege de manera adecuada, que algunas veces los desprecia y en muchas ocasiones los utiliza como coraza para defenderse o para la comisión de algún delito. Pero sus mensajes serán de circulación muy limitada porque en la mayoría de sus casas escasamente hay un viejo televisor en blanco y negro, con señal "lluviosa" y un celular "flecha" sin minutos.
Desde muy temprano, mientras garrapateaba esta nota, percibí en las redes sociales la agitación previa a la "Noche de Brujitas" expresada en fotos, videos, audios y hasta encuestas que consultaron las preferencias de los mejores amigos y contactos virtuales. Muchos de mis pronósticos se vieron plasmados en las decoraciones que son, efectivamente, un retrato de la vida nacional, con sus diferencias, desde luego.
Las decoraciones están asociadas, principalmente, al apocalipsis del coronavirus, la traición de los políticos, los hinchas del fútbol, la violencia y también son muy comunes las expresiones de genialidad y buen humor sobre el gobierno y sobre acontecimientos internacionales. Algunos disfraces y mascarillas me produjeron inquietud y en algunos casos reaparecieron el temblor y la ansiedad que sentí en medio de los ataques del Covid.
Entre brujas, zombies, vampiros, lobos, dráculas y mostruos de pantano, también vi resúmenes de la quiebra estrepitosa de la civilización por causa de la inversión de los valores, el avance de la conquista y de la barbarie de los poderosos,  Pero me impactó de manera especial un fondo de pantalla que muestra a Colombia en brazos de la muerte.
Quizás por el desaliento y la convalecencia del Coronavirus, sentí la esterilidad de las expresiones de dolor por el colectivo, de las posiciones críticas y de las luchas, y recordé que los profetas ven y anuncian  los males y los castigos, pero no los evitan. Por estos días he pensado en la inutilidad de muchas acciones que creemos de beneficio para los intereses generales al confirmar la vigencia del conformismo y de la indiferencia.
Como los muchachos, que no pasan del jolgorio con sus muñecos terroríficos y disfraces este 31 de octubre, los movimientos sociales en Colombia no pasan del grito y el insulto, mientras lo poderosos no hacen sino cambiar de mayordomo.





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