Después
de varios ciclos de conversaciones infructuosas, el gobierno pisó el freno y
bajó su estantería con medidas represivas contra quienes persistan en el
bloqueo de vías.
Los camioneros del Huila afirman
que los mayores generadores de carga en la región, los arroceros y cafeteros,
utilizan transportadores foráneos
Las máquinas furiosas y el
rodamiento de tractomulas, camiones y “turbos” frenaron estrepitosamente en las
carreteras por causa del recalentamiento de las relaciones entre
transportadores y Gobierno, que en los últimos años descuidó la sincronización
de los tiempos que ponen en marcha los anhelos y el bienestar de la mayoría de
transportadores.El incumplimiento de los acuerdos sobre chatarrización, los altos y crecientes costos de los peajes, el precio de los combustibles con el acelerador al piso a pesar de que el precio del petróleo ha ido cuesta abajo; la concesión de peajes a firmas extranjeras, las bajas tarifas de los fletes y la vía libre que el gobierno dejó para que multinacionales del transporte y gamonales de la política inviertan en la compra de flotas enteras de camiones, son el diesel y la gasolina del movimiento que completa un mes.
La multinacional del transporte IMPALA, ya tiene al menos 500 automotores en distintos parqueaderos del país, denunciaron los camioneros en paro y aseguraron que su modo de operación afectará otros actores del sector, como los distribuidores de repuestos y llantas, porque manejan todos los insumos. “Vienen a llevarse el dinero de los fletes sin dejar un solo peso en el país”, añadieron.
El denominado sistema “1x1”, que se implementó en 2003, ha demostrado ser un mecanismo inadecuado para regular la sobreoferta, no incentiva a la chatarrización, y al pequeño transportador no le funciona para modernizar su vehículo”, sostuvo Jhon Florez, activista del paro y uno de los pocos que no pidió la reserva de su identidad por los temores que sienten sobre eventuales retaliaciones y persecución por parte de las autoridades.
-De hecho, hemos percibido seguimientos e intentos de provocación para hacernos caer en la tentación y golpear el movimiento, denunció el dirigente.
Cuando un camionero chatarriza su vehículo, tiene dos opciones:-Reclamar un incentivo que ofrece el gobierno de $89.251.000 por un elemento desintegrado
-Ofrecer el certificado de
desintegración al mercado para registrar un camión nuevo.
Sin embargo, como el
transportador necesita el cupo para poder matricular y operar un vehículo
nuevo, se ve obligado a ofrecer al que chatarriza una suma superior a la que
ofrece el gobierno para hacerse acreedor al cupo, de lo contrario el que
efectúa esta acción, liquida el cupo con el gobierno vía al reconocimiento
económico.
-Tenemos una mula que con el
paso del tiempo va perdiendo su valor comercial, o sea que dentro 20 años
tendremos 18 toneladas de chatarra que no podremos cambiar por un vehículo
nuevo porque el gobierno quiere abolir este sistema, agregó Florez.
La chispa está adelantada
también por la sobreoferta de la actividad, la cual se agravó por la
desaceleración de la economía y el deterioro de las relaciones con los
generadores de carga representados por Analdex, Fenalco y la Andi. Detrás de
una caja, hay -según las organizaciones de camioneros- 100 vehículos, por lo
cual las referencias de precios según el trayecto, no se pueden cumplir.
Los camioneros sostienen, de
otra parte, que los generadores de carga no cumplen las promesas de pago y en
muchos casos, de 45 días pactados, los giros se demoran hasta 6 meses, lo que va
en contravía de sus intereses, sumado a que los precios de los fletes no han
aumentado sustancialmente desde hace 20 años.
En el vaivén de las
discusiones se encuentra, del mismo modo, la acusación de los generadores de
carga, según la cual, los transportadores que piden subsidios para la
chatarrización no han querido fijar una vida útil a sus equipos, ya que las
mismas normas del Ministerio de
Transporte han permitido a repotenciar los
equipos (cambiar motor, caja y transmisión), desincentivando la chatarrización.
-Como quien dice, el cuerpo
y el alma desfallecidas de los tractocamiones ya no se pueden rejuvenecer, como
en el amor, cuando la imaginación resplandece con el espléndido calor de los
besos, complementó en tono jocoso.
En el Huila, el principal
punto de concentración de los “muleros” y camioneros se encuentra en la salida
al municipio de Aipe, a pocos metros del peaje, justo frente al ingreso a Villa
Constanza, en donde casi un centenar de conductores y propietarios mantienen la
protesta pacífica con sus vehículos estacionados a lado y lado de la importante
carretera, sin interrupciones del flujo automotor y sin ningún tipo de
enfrentamientos con los hombres del ESMAD que, sin embargo, los vigilan
permanentemente.
-Al comienzo, se presentaron algunas escaramuzas con los
policías pero todo se normalizó y ahora ellos son nuestra compañía, comentó Jhon
Florez, vocero de los transportadores.
La deficiente lubricación
del sistema de funcionamiento de este importante sector de la economía, produjo
una explosión cuyos efectos no han podido ser conjurados tras un mes de
continuos diálogos y amenaza con provocar una semiparálisis de varios sectores
de la vida nacional. En la central mayorista de Neiva, Surabastos, productos
como el plátano, la yuca, los cítricos y la piña registraron una disminución
calculada del 40% en el mercado de este fin de semana, lo cual se reflejó en
aumentos hasta del 50% de los precios para el consumidor.
La naranja pasó de $20 mil a
30 mil por bulto; la yuca, de $40 mil, a $80 mil; la cebolla, la papa, el
azúcar, el maíz y otros productos que provienen del eje cafetero y del Putumayo
son los más sensibles al aumento por causa del fuerte aumento de los fletes,
observó el comerciante Fredy Cadena. Explicó que los pocos transportadores “que
se atreven a movilizarse aumentaron los precios de los fletes ante el riesgo
que corren sus vehículos en la carretera y por los temores propios derivados
del paro camionero”.
En la central minorista,
Merca Neiva, los precios aumentaron hasta en un 50%, incluso en los productos
regionales no afectados por el paro camionero y ayer fue evidente la disminución
de compradores, aparentemente porque las familias están a la espera de un
desenlace positivo de las conversaciones entre las partes involucradas en este
movimiento de protesta.
Los representantes de los
transportadores, sentados en la mesa de negociación con el gobierno, se
levantaron enojados a comienzo de la semana cuando el gobierno ofreció un plazo
impostergable de 18 meses para la chatarrización de los actuales automotores,
al considerar que con esa medida les desvalorizaban su actual parque de
tractores.
Ante el endurecimiento de
las medidas represivas por parte del alto gobierno, los transportadores huilenses
dijeron que no les aplica porque sus vehículos no se encuentran atravesados en
las vías sino parqueados a lado y lado, en una protesta muy pacífica.
Los camioneros agradecieron
la solidaridad recibida de distintos sectores sociales que se han vinculado con
el suministro de alimentos, con el apoyo moral y destacaron la colaboración y
acompañamiento de los taxistas que también sufren problemas en su actividad,
especialmente por la proliferación del mototaxismo y la existencia de distintas
plataformas de competencias irregulares, como Uber. Los conductores de los
pequeños camiones “turbo” que pasan por el sitio de concentración transportando
productos de consumo, les dejan su aporte importante para la alimentación de
quienes permanecen en la carpa, distribuidos en dos turnos.
Conforme con su estilo y su
camaradería, tienen un cocinero muy particular, el Señor Gallina, que le pone
la sazón, el punto de perfección a sus comidas. Y un grupo de “patos”, tan
singular como solo los conductores pueden hacerlo, entre charlas y
mamagallismo.
Su resistencia está
“emprimerada con bajo” y confían en que a propósito del día de su patrona, la virgen
del Carmen, el gobierno les permita retomar sus vehículos para seguir
envolviendo con sus cabrillas no solo las carreteras sino también sus sueños…y
desenredando sus proyectos de vida.
¡Que suenen las cornetas y
arranquen de nuevos las tractomulas que mueven el progreso del país!!.
Las cornetas del “mulero” despiertan al
corazón
La palabra hablada es, quizás, el medio
de comunicación más antiguo de la humanidad, y a pesar de los avances tecnológicos
existen voces y dicciones muy particulares que sobreviven a las modificaciones
que sufren el lenguaje y en general los distintos medios de intercomunicación
personal y grupal.
El lenguaje procaz, desabrochado y
repentista de la mayoría de los conductores de vehículos de servicio público,
desde los pequeños jeeps hasta los fabulosos tractocamiones, espanta a las
señoras encopetadas y escandaliza a las jovencitas, pero a pesar de estas
condiciones es uno de los más precisos y descriptivos entre los diferentes
instrumentos de comunicación que utilizan las personas de los sectores
populares. El lenguaje de un “mulero” es irreverente, pero sincero y ejerce una
función integradora de entretenimiento, diversión y de interacción grupal.
Complementado por las sonoras cornetas y
por artísticos movimientos gestuales, el lenguaje de los conductores de
camiones pesados es objeto de estudiosos y especializados semiólogos, por su
riqueza contextual en medio de la simplicidad de sus operaciones semánticas.
Los “choferes”, como les dicen de manera
despectiva, son verdaderos reproductores de la realidad nacional, que calcan
con precisión en sus frases y en sus dichos, con los que consiguen mostrar la
vida cotidiana hasta en las situaciones más crudas y peligrosas de la realidad.
Pero, de la misma manera, son promotores de frecuentes tergiversaciones
comunicativas que provocan una desnaturalización comprometedora del lenguaje
social, lo cual ocasiona a la larga severos espacios vacíos de descomunicación
y violencia simbólica, sostienen los lingûístas.
Ayer durante el encuentro con los
camioneros del Huila, concentrados en el norte de la ciudad, y al hablar de la
fama por su presunta promiscuidad sexual, uno de ellos soltó esta perla:
-A todos nos dan ganas y sentimos la
necesidad de hacernos sopletiar el filtro, como parte del mantenimiento
preventivo.
De todas maneras, los “muleros” están
ligados a muchas de las escenas interesantes de la vida nacional y siempre
dejan huellas como fantasmas entre el polvo de los valles y la neblina de las
montañas.
Sus cornetas siempre despertarán a los
corazones de los colombianos.
Los “muleros” y sus dos
ollas en el fogón
Para iniciar un viaje, se
paran a las 4 de la mañana, desayunan a las 9, almuerzan bien caída la tarde y
su cena es casi a la media noche, cerca de un parador de camiones. “Y no
siempre acompañados”, precisó uno de ellos en la carpa.
-La gente no cree, pero la
mayoría somos seres solitarios que rumiamos el recuerdo ante las vacilantes e
inciertas carreteras, muchas de las cuales son como el camino a la eternidad en
alejadas regiones del país a las que uno decide no volver jamás.
-Económicamente no somos
privilegiados porque sufrimos la crisis del sector, porque ganamos un
porcentaje de la producción del vehículo y, además, porque siempre tenemos dos
ollas en el fogón, la de la casa y la de la carretera.
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